lunes, 16 de julio de 2018

Obispo de Bilbao destaca la actualidad de Humanae Vitae y la importancia de formar la conciencia



Presidente de la Subcomisión de Familia de la Conferencia episcopal española.

Para el prelado, este documento pontificio respondió a través de la antropología cristiana a los graves desafíos de la cultura contemporánea.

 Mons. Mario Iceta, Obispo de Bilbao, Presidente de la Subcomisión de Familia de la Conferencia episcopal española (CEE), presentó el curso «Humanae Vitae a Cincuenta Años Después» que se celebrará en Guadarrama, Madrid, con motivo de los 50 años de la Carta Encíclica del Beato Pablo VI. Para el prelado, este documento pontificio respondió a través de la antropología cristiana a los graves desafíos de la cultura contemporánea.

    «La Encíclica Humanae vitae se pensó y escribió en un contexto cultural y social complejo», comentó en entrevista con la revista Alfa y Omega. Ingredientes como la revolución sexual el feminismo radical el pensamiento Materialista y la mentalidad de control natal extendida a varios países representaban desafíos serios para los creyentes que se unían a expresiones prácticas como la invención de la píldora anticonceptiva y diversos métodos anticonceptivos artificiales.

    «Estos elementos marcan poderosamente la cultura contemporánea y se han instaurado en la cotidianeidad de la sociedad. Son estos precisamente los retos culturales que aparecen en la actualidad, a los que debemos dar respuesta desde la antropología cristiana», destacó Mons. Iceta. Esta visión cristiana del hombre «es capaz de iluminar la verdadera dignidad del ser humano, por encima de condicionamientos ideológicos, demográficos o tecnocráticos, para la edificación de una sociedad y un mundo realmente humano». El Obispo destacó la importancia de una adecuada formación de la conciencia para ser «libre de un arbitrio subjetivo y del acomodamiento a los modos de comportarse en su ambiente».

El prelado recordó que varias «profecías» del Beato Papa Pablo VI que alertaban sobre nefastas consecuencias sociales culturales y religiosas de la mentalidad antinatalista se han cumplido de manera innegable. Realidades como la imposición del control natal a naciones en vías de desarrollo, la legalización y extensión del aborto - culmen de la mentalidad antinatalista - y el desorden de las relaciones humanas desde edades cada vez más tempranas, se encuentran entre las advertencias no escuchadas del documento.

Mons. Iceta hizo un llamado por una tarea educativa que integre las dimensiones afectiva y sexuada del ser humano, la vocación al amor y la educación en «la dignidad, el respeto, el afecto, el amor y la responsabilidad», como parte de una formación inspirada en la Humanae Vitae para los matrimonios y los jóvenes de hoy. «La educación de la afectividad y de la vocación al amor es un elemento fundamental en la vida personal y, por tanto, un ámbito que debe ser adecuadamente educado y madurado. Es necesario superar prejuicios, dependencias, conformismos», indicó el Obispo. «La gramática del amor humano y el lenguaje del cuerpo requiere el paciente aprendizaje que permite interpretar y educar los propios deseos para vivir con verdad la propia vocación al amor».

InfoCatólica. 14/07/18. Gaudium Press