domingo, 27 de mayo de 2018

II Encuentro Nacional de Jóvenes (Rosario)




Después de hacer lío en las periferias de Rosario, donde realizaron gestos misioneros, después de escuchar atentamente al Papa Francisco, y de participar de los actos culturales, los jóvenes se prepararon para celebrar la última jornada de este histórico encuentro nacional.

Hoy por la mañana se han reunido por regiones, y desde allí partieron nuevamente al Hipódromo, al escenario Cardenal Eduardo Pironio, para asistir a la Misa de Cierre que presidió el Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina. La homilía la dio el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Oscar V. Ojea, Obispo de San Isidro.
 
Estuvieron presentes, la Señora Vicepresidente de la Nación, Licenciada Gabriela Michetti, y el Subsecretario de Culto de Nación, Embajador Alfredo Abriani.

Diálogo con la prensa de la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti

En un encuentro periodistas, la vicepresidente, Gabriela Michetti, el arzobispo de Rosario monseñor Eduardo Martín, el presidente de la Conferencia Episcopal monseñor Oscar Ojea, y un integrante de la Comisión Episcopal de Laicos y Familia, monseñor Dante Braida, reflexionaron sobre la juventud. Además estuvieron presentes los referentes de la Pastoral de la Juventud Nacional, Mariano García y Diana Fanlo, y el director de Comunicación del Encuentro, Darío Diaz.

Monseñor Eduardo Martín le dio la bienvenida a la vicepresidente y aseguró: “nos honra con su presencia en este Encuentro Nacional de Juventud en el que vivimos la experiencia de fe con Jesús, para renovar la historia”.

El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea también le dio una fervorosa bienvenida. “Sabemos de su militancia juvenil, y hemos compartido la Beatificación de Hermana Catalina y el Congreso Eucarístico Nacional. Es emocionante recibirla como creyente”

Por su parte, la vicepresidente agradeció la invitación y reflexionó sobre los jóvenes argentinos. “Quiero agradecerles a ustedes por invitarme y es un placer enorme estar acá porque fui participe y organizadora de estos eventos. Me acuerdo de todo el trabajo que tuvimos en el 85, en mi arquidiócesis de Azul. Y lo recuerdo con mucho cariño. Me da un poco de nostalgia no estar con ustedes trabajando”.

“La juventud para mi es realmente nuestra esperanza y no lo decimos como un eslogan sino que realmente lo sentimos. Creo que esas divisiones que a veces vemos, incluso desde la política, hacen mucho daño. Y la juventud tiene eso maravilloso de unirse más allá de las diferencias. Todos pueden pensar diferente y no hay un apego a pelearse sino a unir. Hay que tratar de ver en el otro, cosas interesantes para mí y para seguir creciendo. Por eso los jóvenes son la esperanza muy fuerte para nuestro país. Los recursos están para que seamos un gran país, es muy impresionante lo que Dios nos dio. Creo que la esperanza que habita en ustedes, los jóvenes, es la esperanza que tenemos que alimentar”.

Por otro lado, monseñor Braida, miembro de la Comisión de Laicos y Familia, habló del retorno de los jóvenes a sus realidades después de la experiencia del II Encuentro Nacional de la Juventud. “Nos está dejando mucho, los chicos valoraron mucho los momentos de oración. En todas las áreas pudieron inscribirse para los momentos de espiritualidad y en su proyecto de vida. El Papa nos dijo ayer, en su video mensaje, que no miremos la historia desde la ventana. Hay que volver e intentar cosas nuevas con el protagonismo de los adultos. La chispa y alegría que uno vio acá, es una de las pistas concretas que nos podemos llevar”.

Mariano García y Diana Fanlo, referentes de la Pastoral de la Juventud Nacional, entregaron a la vicepresidente el manual del encuentrista elaborado por los jóvenes del país y la remera del Encuentro. “Le ofrecemos esta remera para que todos nos pongamos la camiseta y podamos renovar la historia.  Hay 18 mil jóvenes que representan a muchos otros que este fin de semana se pusieron la camiseta para renovar la historia de nuestro país”.

Finalmente, la vicepresidente comentó que “pensar en renovar la historia es trascendente. Hay un espíritu de escucha. La idea de renovar la historia, está sumamente iluminada por el Espíritu Santo. Si hay un espíritu que nos une con buena fe, se puede transformar la realidad. Estoy feliz de que ustedes sean nuestra esperanza, y sé que nosotros tenemos que alimentarla, como adultos, con buenos ejemplos”.

El compromiso de los jóvenes

El mensaje de los jóvenes se leyó en el marco de la Misa de Clausura, después de la comunión eucarística. Este será la base de las líneas de acción que en los próximos años delinearán la pastoral de juventud en la Argentina:

“Las necesidades de nuestra sociedad, a las que no podemos ser ajenos, nos demandan un verdadero compromiso para su transformación. Queremos ser jóvenes que hagan ‘pogo de la esperanza’. Que fieles a nuestras convicciones y siendo protagonistas de la iglesia misionera, construyamos una sociedad que no le de la espalda a la pobreza, ni a la exclusión, sino que procure el bien común, amando en la diversidad y empatizando con los más vulnerables”.

“Queremos ser una Iglesia que se arriesgue; sin miedo a equivocarse. Una Iglesia que se la juegue, que pueda ser testimonio de un amor sin límites. Queremos construir una Iglesia que sea para todos, que sea casa que recibe y que también salga al encuentro, especialmente en situaciones de dolor”,

“Escuchar expresiones como “la juventud está perdida’, puede llevarnos a pensar que no tenemos valor, que no servimos para nada. ¿Pero es realmente así? No podemos permitirnos enterrar nuestros talentos; regalos de Dios y tesoros que el mundo se está perdiendo de conocer. Animémonos a desplegarlos. Sigamos soñando. Pero no nos cortemos solos, hagámoslo juntos”.

“Con vos, renovamos la historia”.

La invitación

Después de estos días, quedan resonando las palabras de Mons. José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá que invitó a los jóvenes a la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se realizará en su país, en enero de 2019:

"Hemos podido conocer una iglesia joven, renovada y con muchas ganas de seguir trabajando en la evangelización y la transformación de este bello país. Hemos visto a los obispos visiblemente impactados, para bien, por este gran encuentro. ¡Están felices! ¡Irradian alegría! Definitivamente una gran bendición para ellos, para los jóvenes y para la iglesia en general.
Era necesario hacer un alto para escuchar a los jóvenes, para animarles y recordarles que ”Con vos renovamos la historia”. Y por supuesto, manifestarles nuestra alegría por permitimos vivir esta antesala a la Jornada Mundial de la Juventud.
La invitación está más que extendida, ahora solo no queda seguir orando para recibirles en enero del 2019 en Panamá.
Gracias Argentina por tanto. Gracias por reponer nuestras pilas para seguir trabajando en la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud. Gracias por todo el amor y la atención. ¡Nos hicieron sentir en casa!
¡Sos grande Argentina! Bendiciones"
(Mons. José Domingo Ulloa, Presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá)


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