lunes, 15 de enero de 2018

¿El “mindfulness” es compatible con la fe católica?


Alerta para los católicos de una práctica surgida del budismo: "el mindfulness".

 Una conocida defensora de la fe católica, que era feminista y seguidora del new age en Estados Unidos, alertó a los católicos ante los peligros de una práctica surgida del budismo que se ha hecho popular en los últimos años, conocida como “mindfulness” o atención consciente.

En entrevista concedida al National Catholic Register, Susan Brinkmann comentó las ideas principales de su último libro “A Catholic Guide to Mindfulness” (Una guía católica sobre el mindfulness).

¿Qué es?

Brinkmann explica que el “mindfulness” surge del “budismo y busca generar un estado activo de atención en el presente, en el que la persona observa sus pensamientos y sentimientos a distancia, sin juzgarlos como buenos o  malos”.

La experta precisa que “aunque se promueve como una práctica no espiritual usada como un medio para eliminar el estrés o la ansiedad, se realiza con diversas formas de la meditación budista” en las que “la conexión con Dios no es la meta”.

En un artículo publicado en el diario español El País el 6 de enero titulado “¿Qué es el ‘mindfulness’? Nadie lo sabe realmente, y eso es un problema”, escrito originalmente en inglés por los doctores australianos Nicholas Van Dam y Nicholas Haslam, se señala que esta práctica “actualmente se encuentra en todos lados, como muchas de las ideas y las prácticas tomadas de los textos budistas que han pasado a formar parte de la cultura de masas de Occidente”.

“Sin embargo, un estado de la cuestión publicado en la revista Perspectives of Psychological Science muestra que es más el bombo que las pruebas. Algunas revisiones de estudios sobre el tema indican que puede ser útil en caso de problemas psicológicos como la ansiedad, la depresión y el estrés. No obstante, no está claro qué clase de mindfulness o de meditación necesitamos para cada problema específico”, prosigue el texto.

El artículo, que profundiza sobre las diversas aproximaciones existentes para definir el mindfulness, señala asimismo que “los estudiosos y los practicantes de la disciplina deberían reconocer que es verdad que a veces tiene efectos negativos”.

Los peligros para los católicos
En el artículo del National Catholic Register, Susan Brinkmann explica que escribió su libro ante “el intento de muchos católicos de integrar las prácticas de meditación del mindfulness con la oración y la vida espiritual”, pese a que las formas del budismo no son compatibles con la fe católica.

El intento de integrar el “mindfulness” con la fe, advierte la experta, puede terminar en “un desastre espiritual, incluso hasta el punto de requerir un exorcismo en algunos casos”.

Brinkmann recuerda el caso de una mujer que le contó que su esposo había dejado de rezar el rosario porque le parecía más relajante el mindfulness que rezar. Esto, dijo, es un ejemplo de que “la gente, con facilidad, puede confundirse en varias etapas de su vida espiritual, y sin darse cuenta puede alejarse de Dios en vez de acercarse a Él”.

La apologeta indica también que “hay una preocupación en el mundo científico sobre la cobertura que hacen los grandes medios solo sobre los beneficios del mindfulness y que no reportan los estudios que muestran los efectos negativos de la práctica”.

Algunos estudios, prosigue, muestran que con esta práctica la gente “puede desconectarse en vez de concentrarse y comprometer el pensamiento crítico sobre los problemas que requieren pensar más y no menos”.

En el año 2014, continúa, los investigadores de la John Hopkins University analizaron 18 mil estudios y concluyeron que solo 47 eran metodológicamente correctos.

En esos 47, se halló “baja evidencia” de que el mindfulness mejore la salud mental.

Una alternativa católica

Susan Brinkmann explica que ante este tipo de prácticas, la alternativa católica que ella propone resulta superior porque busca la posibilidad de tomar consciencia de la presencia real de Dios en la vida cotidiana.

“Si uno vive el momento actual en presencia de Dios no hay necesidad de una práctica budista como el mindfulness”. Con esta perspectiva, explica la experta, “se puede encontrar la paz auténtica y la curación”.

“En vez de un momento de escape a la ansiedad, la alternativa cristiana ofrece una solución real a este problema y una transformación permanente” que surge de “la meta de nuestras existencia en la tierra: la unión con Dios”.

 Brinkmann resaltó que “al estar unidos con nuestro Creador, finalmente seremos los que tenemos que ser. Esta es una gracia que sobrepasa todo entendimiento”.

AciPrensa  (14/1/18)