jueves, 2 de febrero de 2017

10 días después del aborto oyen latir un corazón en la mujer de 31 años.


Hemorragias, pastillas abortivas, alcohol: nada fue más fuerte que la vida.
Para las parejas enamoradas, tener un hijo es una gran alegría. Casi todas las personas anhelan tener un bebé, pero no siempre el embarazo sale como se espera. Muchas veces, pueden existir complicaciones en el parto o abortos espontáneos, como en el caso del que hablaremos ahora.
Michelle es muy feliz al lado de su marido Ross Hui. 

Ellos viven en Newbridge, Irlanda, y son padres orgullosos de dos hijos. Ambos querían aumentar la familia, entonces la mujer se volvió a embarazar.
Sólo que, en la sexta semana de embarazo, Michelle empezó a sentir un dolor agudo antes de ir a trabajar. De repente, se dio cuenta que sus calzones estaban cubiertos de sangre y fue corriendo al hospital con su esposo. La mujer fue examinada, y recibió las peores noticias…
Había perdido al bebé… la pareja quedó desolada. Los médicos le dieron dos pastillas abortivas a Michelle, para limpiar su útero y prevenir posibles infecciones. Después de pasar la noche internada, la mujer fue dada de alta y se fue casa. Lo primero que hizo cuando llegó fue beberse una botella de vino, para olvidar la pena.
La mayor sorpresa llegó sólo unos días después, cuando Michelle se hizo otra prueba de embarazo para verificar si aún existían señales residuales del embarazo… y dio positivo. Ella volvió al hospital, para someterse a un legrado.
Cuando los médicos analizaron su útero, antes de la extracción del feto muerto, algo increíble sucedió. Los médicos oyeron latidos cardiacos. En realidad, Michelle aún estaba embarazada. Al inicio, estaba esperando gemelos, pero uno de ellos no logró sobrevivir.
Nadie lograba explicar cómo el bebé había resistido. “El médico salió y volvió con un colega más experto, que repitió el examen y me dijo que había encontrado un latido cardiaco. Fue la mejor sensación que he tenido en la vida”, cuenta Michelle.
Hoy Megan es una niña feliz y saludable. Sin duda, un milagro…
La niña logró sobrevivir a un aborto espontáneo y al alcohol que la madre consumió.
Esta historia es ofrecida con orgullo por nuestro equipo.
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Por Histórias com Valor
Aleteia  (29 ENERO, 2017)