martes, 18 de octubre de 2016

El bonito gesto de estos cocineros con síndrome de down con los sin techo


Los cuatro cocineros argentinos que deleitan paladares y corazones con su trabajo
por Esteban Pittaro 
Franco, Leandro, Mateo y Mauri son ante todo cocineros y emprendedores. Resuelven el problema de las familias de la Ciudad de Buenos Aires y la Zona Norte del Gran Buenos Aires cuando tienen que celebrar un cumpleaños o cualquier evento en casa y quieren evitar tener que pensar en la comida para todos los invitados.
Hasta tienen soluciones para los comensales celíacos. Ofrecen variedad y calidad. Ofrecen el servicio de pizza a domicilio: ellos cocinan más de 20 variedades de pizza, ellos sirven, llevan las servilletas, se encargan de todo. Ellos tienen síndrome de down, pero eso no los detiene.
Se conocieron hace pocos meses en el taller Sumando+, espacio de encuentro para niños, adolescentes y jóvenes con síndrome de Down. Juntos, aprovechando la formación en cocina de dos de ellos, emprendieron “Los Perejiles”, servicio de comida a domicilio que ya realizó más de 30 eventos. A cada hogar o salón que los contratan ingresan con su horno, sus utensilios e ingredientes, y como cualquier otro servicio, sin buscar llamar la atención, ya que están allí para trabajar.
Los comentarios en redes sociales de quienes los han contratado son todos elogiosos, tanto por el sabor de la comida como por la cordialidad de la atención.
Así, gracias a las redes y a los medios de comunicación que les dieron difusión, pese a haber empezado hace muy poco, ya cuentan con cuatro eventos por fin de semana, algunos en simultáneo.
El trabajo, se desprende de los testimonios de los jóvenes, los ayuda a ganar en autonomía, en confianza, y hasta en solidaridad. Porque aún en el medio del rotundo éxito, “Los Perejiles” no se olvidaron de quienes más los necesitan. El 31 de agosto, en el marco de la Campaña Frío Cero de la Red Solidaria, repartieron 100 pizzas sin ningún tipo de cargo a personas en situación de calle.
“Sabemos que hay gente que realmente la está pasando mal y a ellos queremos devolverle un poquito de lo que recibimos. Lo hacemos totalmente ad honorem a partir de la recaudación que vamos teniendo”, explicó a la agencia Télam Leandro López, uno de los profesores que acompañan el desarrollo de “Los Perejiles”.
“Los Perejiles” son sólo uno de los ejemplos gastronómicos que abundan en Buenos Aires en los que se fomentan ambientes inclusivos para que personas con capacidades especiales pueden desenvolverse con absoluta naturalidad.
Otro resonante ejemplo es el de la Asociación Civil Peldaños, y su empresa de cocina artesanal “Todo Harinas” , que desde Munro ofrece algunas de las delicias más buscadas del Gran Buenos Aires. Además de las pastas y las variedades de tartas, pizzas y productos de repostería, cada fin de año ofrecen algunos de los panes dulces más ricos, que no pueden faltar en la mesa de Navidad.
Emprendimientos como “Los Perejiles” o “Todo Harinas” se sostienen a su vez en las numerosas actividades de formación en oficios que se ofrecen tanto impulsadas por particulares desde ONG, como en varios casos por organismos públicos de distinta índole, que son esperanza para los jóvenes y sus familias.


Aleteia (21 de septiembre de 2016)