domingo, 31 de julio de 2016

Si la planeación familiar natural funciona, ¿por qué tiene diez hijos?

¡Bienvenido a un tema tabú! Quédate, aquí hablaremos abiertamente.

La comunidad que practica la Planificación Familiar Natural (PFN) está repleta de grandes familias como la mía. Así que, ¡qué demonios! ¿Cómo podemos decir que la PFN es efectiva y luego aparecer con diez niños en tropel?

Si te dijera que tengo un sistema fantástico para perder peso, pero ves que he ganado 180 kilos, ¿no te marcharías entre risas a buscar consejo a otro sitio?

¡La duda es razonable! Aquí está mi respuesta:
Muchas personas que siguen la PFN de hecho quieren grandes familias y disfrutan con ellas.Muchas parejas usan la PFN para espaciar sus muy deseados y numerosos embarazos; y muchas parejas usan la PFN como ayuda para concebir cuando el embarazo no llega con facilidad.

Muchas parejas de hecho tendrían más hijos si no fuera por la PFN. ¡Hola! Miradme a mí: a pesar de estar dando el pecho de sol a sol, vuelvo a la fertilidad a los pocos meses de dar a luz.

El hecho de que a mis bebés los separen dos o tres años de diferencia es debido a una planificación cuidadosa, no a un fracaso de PFN. Diez hijos es mucho, pero son más los dieciocho que probablemente tendría sin PFN.

Mi gran familia podría parecer una prueba de la ineficiencia de la PFN, pero es todo lo contrario, demuestra que la PFN puede resultar útil para las personas que adoran los niños pero que no buscan superar ningún récord.

Y hay algo que deberíamos reconocer más a menudo cuando hablamos de PFN: muchas parejas ni siquiera tendrían hijos si no fuera por la PFN. Muchos problemas de fertilidad pueden ser diagnosticados y tratados con ayuda de un médico que interprete tu ciclo natural.

La contracepción tiene un único propósito: prevenir la concepción. Si usas un método contraceptivo y te quedas embarazada, el fracaso es evidente.

Pero la PFN es diferente: puede usarse para evitar la concepción, para retrasarla o para buscar concebir. Así que hay un buen porcentaje de parejas que usan la PFN con la esperanza de tener muchos hijos.

Una gran familia no es necesariamente señal de un “fracaso” en la PFN, porque puedes usar la PFN por diferentes motivos y en diferentes momentos.

Y no lo olvides, estas decisiones son privadas. Es posible que una pareja que haya decidido no tener más hijos luego cambie de opinión y decida buscar más bebés sin por ello notificarlo antes a todos los familiares, amigos y conocidos del colegio.

Resumiendo: es complicado.
Es más fácil liarse con la PFN que con los controles artificiales de natalidad. Ea, ya lo he dicho. Si una pareja con fertilidad normal quiere usar la PFN para evitar el embarazo, los dos tienen que ir con pies de plomo y comprometerse, porque no existe ningún botón de apagado y encendido que permita olvidarse del asunto. Si te equivocas elaborando los ciclos y las gráficas o si sabes que probablemente eres fértil y decides tener sexo igualmente, puedes quedar embarazada cuando no lo buscas. Y aun así, ocasionalmente, tras seguir todos los pasos para evitar el embarazo, te sigues quedando embarazada. Son cosas que pasan.

Por descontado que estas cosas pasan también a las parejas que usan anticonceptivos. Que levante la mano quien sepa de alguien que se quedó embarazada a pesar de haber usado condones, o la píldora, o un DIU, o incluso una combinación de varios, o de alguna que confía en la píldora pero se le olvidó un día porque así es la vida.

Qué caray, conozco parejas que concibieron incluso después de una ligadura de trompas o una vasectomía. La vida se abre camino.

Así que, aunque algunas parejas encuentran la PFN sencilla, práctica y efectiva, a otras parejas les parece difícil e impredecible, sobre todo al principio; y sí, es posible que haya algunos embarazos no planificados porque la PFN es más difícil de lo esperado.

La PFN es todo una forma de vida, no sólo una pastillita con un vaso de agua. Hay beneficios físicos, emocionales, espirituales y psicológicos derivados de adoptar el estilo de vida de la PFN, pero la apuesta es alta.

Los defensores de la PFN harían bien si fueran más directos sobre el nivel de compromiso que exige. Los riesgos son siempre altos cuando hablamos de actos de amor, es mucho más fácil olvidar este hecho cuando te refugias tras los anticonceptivos.

Resumiendo, es complicado.
Pero es mucho menos probable que aborte una pareja que usa PFN y que haya tenido un bebé por accidente. Ahí lo dejo, dicho queda.

A esto se refería Juan Pablo II cuando acuñó aquella expresión de la que tanto se ha abusado, “la mentalidad anticonceptiva”.

Se refería a que cuando insertamos la contracepción entre dos amantes, no estamos abrazando el verdadero amor, con sus glorias y sus cruces; y cuando sacamos el amor de la ecuación, la muerte ocupa su lugar.

Cuando sociedades enteras adoptan la contracepción, el aborto (y la eutanasia, y el abuso a menores, y la pornografía, y el tráfico sexual, y cualquier otra forma de matar el amor y cosificar a las personas) se abre paso como una lombriz.

Según Planned Parenthood, más de la mitad de las mujeres en EE.UU. que practicaron un aborto estaban usando anticonceptivosen el mes que se quedaron embarazadas.

Si usas anticonceptivos porque te parece intolerable tener un bebé, entonces puede que no toleres dar a luz a un bebé que surge a pesar de todo.

Tal vez incluso te sientas presionada a abortar por el bien del bebé que concebiste mientras usabas un anticonceptivo que incrementa los riesgos de embarazo ectópico, infecciones pélvicas u otras delicias que empoderan a la mujer.

Y por supuesto, tus anticonceptivos pueden provocar abortos espontáneos. Un descuido con la PFN puede significar grandes familias, pero un descuido con los anticonceptivos puede suponer bebés con vidas muy cortas.

No quiero decir que todas las parejas que usan anticonceptivos estén a favor del aborto ni que sean unas bestias utilitaristas (sé que no lo son) y tampoco quiero decir que las parejas que usen la PFN sean todas protectoras de la vida y mártires fieles de Dios (sé que no lo somos).

Lo que quiero decir es que si estáis lo suficientemente comprometidos como para seguir la PFN, probablemente estaréis demasiado comprometidos como para pensar en recurrir al aborto, incluso si la idea del embarazo os hace querer salir corriendo despavoridos.

De nuevo, es complicado.
¿He mencionado que es complicado? La PFN no es un club vitalicio con una serie de normas estrictas a las que juras lealtad desde el segundo que dices “sí quiero”, y tampoco es un sistema que necesariamente vayas a seguir usando toda tu vida fértil. Es algo que puedes detener y empezar en cualquier momento; de hecho muchas parejas paran y retoman la PFN en el transcurso de su matrimonio. Muchas parejas lo usan de una forma más o menos moderada en diferentes momentos de su matrimonio. Muchas, muchas más parejas no tienen claro si quieren o no más hijos, así que planifican sin mucha convicción, o se escaquean, y si se embarazan, pues se conforman (o reciben con alegría su suerte). Existe un acrónimo, al menos en inglés, para definir esta última actitud mental: TTW, que significa “trying to whatever”, es decir, “intentando que sea lo que sea” (a diferencia de TTC, intentando concebir, o TTA, intentando evitar).

Sé de dos que concibieron fuera del matrimonio, luego tuvieron unos cuantos hijos más, luego salieron de la Iglesia y se esterilizaron, luego volvieron y revirtieron la esterilización, luego tuvieron que aplazar el tener más hijos, luego decidieron tener algunos más, luego sufrieron algunos abortos naturales y entonces decidieron que ya era bastante.

Esta pareja tiene una gran familia. ¿Son prueba de que la PFN no funciona? Pues la verdad es que no mucho. Es complicado.

Muchas personas empiezan a usar la PFN después de haber tenido unos cuantos críos. Hola, aquí estoy yo otra vez: tuve tres bebés en tres años antes de decir “hay que bajar un poco el ritmo” y buscar formación.

Mi familia es una combinación de bebés concebidos sin hacer ningún esfuerzo por evitar la concepción, bebés concebidos mientras intentábamos un poco no concebir, bebés concebidos porque Dios lo consideró oportuno aunque nosotros no tanto, y bebés concebidos con mucho entusiasmo porque nos encantan los bebés.

Y un bebé que fue concebido con alegría e intención pero que falleció apaciblemente mientras aún no sabíamos cuándo salía de cuentas.

Desde fuera, parece que soy una loca que tiene bebés constantemente y que, aun así, de alguna forma pretende convencer a la gente de que sabe algo de planificación familiar.

Desde mi punto de vista, la historia es más extraña, y más dura, y más divertida, y más triste, y más dulce, y sobre todo, mucho más complicada.

Entonces, ¿por qué las parejas que siguen la PFN tienen tantos hijos? Es complicado. Sí, es complicado. Porque la vida es complicada, el amor es complicado, Dios es complicado. Por eso.

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Para saber más sobre las cuestiones emocionales, psicológicas, espirituales y sociológicas que rodean el estilo de vida de PFN, leed mi libro, The Sinner’s Guide to Natural Family Planning [La guía del pecador para una Planificación Familiar Natural](OSV, 2013), disponible en libro de bolsillo, ebook o en audio.