miércoles, 20 de abril de 2011

Santa Sede: "La reproducción humana no es una mercancía"

Naciones Unidas, 19 Abr. 11 (AICA)
El observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Mons. Francis Chullikatt, expresó que “Desgraciadamente, hoy, muchos debates se dejan llevar por un concepto falso que, en el contexto del crecimiento de la población, el mismo acto de dar la vida es más temido que deseado. Este tipo de pensamiento se basa en un individualismo radical que considera la reproducción humana como una mercancía que debe ser regulada y mejorada con el fin de fomentar una mayor eficiencia de mercado y de desarrollo”.

“Esta interpretación errónea conduce a una visión distorsionada según la cual el crecimiento de la población, especialmente entre los pobres, debería disminuir para poder luchar contra la pobreza, el analfabetismo y la malnutrición”.


Los pobres no son objetos eliminables
Mons. Chullikatt denunció que “el informe del Secretario General, promueve la trágica teoría de que si hay menos niños pobres habrá menos necesidad de proveer educación; que si hay menos mujeres pobres que dan a luz, habrá menor mortalidad maternal, y que si hubiera menos personas que alimentar entonces la malnutrición sería más fácil de controlar y que se podrían asignar mayores recursos al desarrollo”

“Esta distorsionada visión del mundo con respecto a los pobres, los considera como un problema que debe ser mercantilizado y gestionado como si fuesen objetos sin importancia en vez de personas únicas con una dignidad humana y un valor, que requieren el compromiso total de la comunidad internacional de prestarles asistencia para que puedan alcanzar su pleno potencial”.

El representante pontificio reclamó que en lugar de asignar recursos financieros a políticas de control de la natalidad, “concentremos estos recursos en la prestación de la asistencia prometida para el desarrollo de unos aproximadamente 920 millones de personas que viven con menos de 1,25 dólar por día. Alimentemos a casi el billón de personas que están desnutridos, y proveamos de asistencia adecuada a los nacimientos para reducir los casos de mortalidad infantil y maternal. Cumplamos nuestra promesa de proporcionar educación primaria a los 69 millones de niños que corren el riesgo de convertirse en otra generación que no tenga una asistencia básica”






Te invitamos a leer también el mensaje de S.S. Benedicto XVI para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz en el año 2009: "COMBATIR LA POBREZA, CONSTRUIR LA PAZ"
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/messages/peace/documents/hf_ben-xvi_mes_20081208_xlii-world-day-peace_sp.html