martes, 23 de noviembre de 2021

La nueva ofensiva abortista de 2021: América Latina

       Los agentes de la cultura de la muerte se aprovechan de la situación sui generis en la que nos encontramos para hacer avanzar su agenda antinatalista. En este año 2021, está ocurriendo una ofensiva muy bien orquestada para la aprobación del aborto en América Latina. Primero, fueran Argentina y México. Ahora, Chile, Colombia y Ecuador, al mismo tiempo y, sustancialmente, con la misma estrategia.

Argentina

            En contra de la mayoritaria población próvida del país, y en detrimento de la propia Constitución, en 24 de enero de este año entró en vigencia la Ley 27.610, que amplió la legalidad de acciones vinculadas al antiderecho del asesinato intrauterino en el país. Ahora, las mujeres tienen “derecho” a asesinar a sus hijos hasta la semana catorce de embarazo, sin tener que explicar los motivos de su decisión; y cuando el embarazo es resultado de una violación o si está “en peligro la vida o la salud” de la madre.

México

            En septiembre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha declarado “inconstitucionales” los artículos del Código Penal del Estado de Coahuila que penalizaban, con justicia, el asesinato intrauterino en este estado. Aunque en 28 de los 32 Estados mexicanos el aborto continúa criminalizado, esto representa un paso (todavía) pequeño, pero jurídicamente significativo, en la agenda para la plena legalización del aborto en el país – que también es mayoritariamente próvida.

Chile

            Desde septiembre de 2017 el Código Penal de Chile considera legal el asesinato intrauterino en tres causales: “inviabilidad” física del niño, en casos de violación y cuando dejar vivir al niño supuestamente implica peligro de la vida de la madre. Sin embargo, el aborto sigue siendo un delito en los otros casos.

            Ahora bien, en septiembre de este año, la Cámara Baja de Chile, por 75 votos a favor, 68 en contra y 2 abstenciones, aprobó el proyecto de despenalización del aborto hasta las 14 semanas de gestación. Ahora, el proyecto deberá se someter a votación en el Senado.

Colombia

            Hace quince años que el Código Penal de Colombia considera legal el asesinato intrauterino en las tres causales descritas en la sentencia C-355 de 2006: violación o incesto, malformación del niño no nacido (que supuestamente hace inviable su vida extrauterina) o cuando dejar vivir al niño implica “un riesgo para la salud física o mental” de la madre. Sin embargo, el aborto sigue siendo un delito en otros casos, según el artículo 122 del Código Penal colombiano.

            Ahora bien, en este mes de noviembre, toda la militancia abortista espera que la Corte Constitucional despenalice totalmente el asesinato de los niños no nacidos en el país. La decisión (a favor o en contra de la despenalización), que debería haber tenido lugar este viernes (20), se ha pospuesto debido a una necesidad legal relacionada con uno de los jueces de la votación.

            Si el aborto viene a ser despenalizado, Colombia se convertirá en el primer país latinoamericano a eliminar este delito de su código penal.

Ecuador

            El 28 de abril de este año, la Corte Constitucional de Ecuador decidió, por 7 votos a favor y 2 en contra, despenalizar el aborto “en caso de violación”, quitando la frase “persona con discapacidad mental” del numeral 2 del art. 150 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).                                 

            Ahora, hasta finales de diciembre, la Asamblea del Ecuador deberá (o no) aprobar una ley para legalizar el aborto “en casos de violación”

            De aprobarse esta ley, como en todos los demás países, será un paso más hacia la completa legalización del aborto en el país.

            Quienes conocen las causas históricas de la cultura de la muerte, especialmente de 1952 hasta el presente, saben que toda la militancia pro-abortista está inserta en la cuestión más amplia del control de la población. El actual avance de esta agenda en los países latinoamericanos no es sino el fruto de los intereses privados de organizaciones multimillonarias que militan por esta causa a nivel mundial, y que ahora tienen el proyecto de derribar la última gran barrera que encontraban: la América Latina.

            Además, el panorama actual se debe en gran medida a cierta ineficacia de las medidas adoptadas por algunos sectores próvida y a la escandalosa indiferencia de gran parte del clero ante la gravedad de la cuestión – que a menudo se limitan a la publicación de declaraciones, cuando algún aspecto del asunto se vuelve eminentemente grave y urgente, solo reafirmando tímidamente la posición católica al respecto.

            El hecho es que, por su propia naturaleza divina, la Iglesia católica es la única que puede detener el actual avance de la cultura de la muerte en el mundo. Para ello, sin embargo, se necesita mucho estudio, acciones estratégicas y, sobre todo, un auténtico amor sobrenatural por las almas de los niños no nacidos; un amor tal capaz de convertirse en la entrega total de la propia vida (aunque cueste renunciar a cosas lícitas y buenas, como nuestro tiempo y descanso) – pues “nada tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn 15, 13).

            Reconocemos la loable labor de tantos que se dedican a la causa de la defensa de la vida y les animamos a seguir siendo fieles a su misión. Pero también hacemos, aquí, un llamamiento: si eres un católico latinoamericano dispuesto a ofrecer tu vida para defender la vida de los niños, si estás dispuesto a estudiar en profundidad la cuestión o si quieres alguna ayuda de nuestra parte, ponte en contacto con nosotros por el correo electrónico providaose@gmail.com, para que unamos nuestras fuerzas en esta batalla.

            ¡Dios no muere! ¡Viva Cristo Rey!

Vinicius Almeida

 noviembre 23, 2021 Que No Te La Cuenten