viernes, 31 de agosto de 2018

Santo Tomás de Aquino: el pecado contra la naturaleza.




SUMA TEOLÓGICA (IIa-IIæ)

CUESTIÓN 154
LAS ESPECIES DE LA LUJURIA

El pecado contra la naturaleza, ¿es una especie de la lujuria?

Objeciones por las que parece que el pecado contra la naturaleza no es una especie de la lujuria:

1ª. En la anterior enumeración de las especies de lujuria no se menciona el vicio contra la naturaleza. Luego no es una especie de lujuria.

2ª. La lujuria se opone a una virtud, y como tal queda incluida bajo la malicia. Pero el vicio contra la naturaleza no está contenido bajo la malicia, sino bajo la bestialidad, según atestigua Aristóteles, en VII Ethic. Luego el vicio contra la naturaleza no constituye una especie de lujuria.

3ª. La lujuria tiene como materia propia actos ordenados a la generación humana. Pero el vicio contra la naturaleza se refiere a actos de los que no puede seguirse la generación. Luego no es una especie de la lujuria.

Contra esto está el pasaje de II Cor., 12, 21, donde figura el vicio contra la naturaleza al enumerar otras clases de lujuria: No hicieron penitencia de su inmundicia, de su fornicación y su lascivia; sobre lo cual comenta la Glosa: Inmundicia, es decir, lujuria contra la naturaleza.

Respondo que existe una determinada especie de lujuria en la que hay una razón de torpeza que hace que el acto venéreo sea malo.

Esto puede darse bajo un doble aspecto.

En primer lugar, porque choca contra la recta razón, como sucede en todo vicio de lujuria.

En segundo lugar, porque se opone también al mismo orden natural del acto venéreo apropiado a la especie humana, y entonces se llama vicio contra la naturaleza.

Esto puede suceder de varios modos.

Primero, si se procura la polución sin coito carnal, por puro placer, lo cual constituye el pecado de inmundicia, al que suele llamarse molicie.

En segundo lugar, si se realiza el coito con una cosa de distinta especie, lo cual se llama bestialidad.

En tercer lugar, si se realiza el coito con el sexo no debido, sea de varón con varón o de mujer con mujer, como dice el Apóstol en Rom., 1, 26-27, y que se llama vicio sodomítico.

En cuarto lugar, cuando no se observa el modo natural de realizar el coito, sea porque se hace con un instrumento no debido o porque se emplean otras formas bestiales y monstruosas antinaturales.

A las objeciones:

1ª. En la objeción se enumeran las especies de lujuria que no se oponen a la naturaleza humana; por eso no se alude al vicio contra la naturaleza.

2ª. La bestialidad se distingue de la malicia, que se opone a la virtud humana en cuanto a un exceso acerca de la misma materia. Por eso puede incluirse en el mismo género.

3ª. El lujurioso no busca la generación humana, sino el placer venéreo, que puede experimentarse sin realizar actos de los cuales se sigue la generación. Y esto es lo que se busca en el vicio contra naturaleza.


Radio Cristiandad. Publicado el Jueves 30 agosto 2018 por Gustavo Maldocena