jueves, 8 de febrero de 2018

Quinientos millones de abortos en los últimos años en China, ¿ es esto lo que entiende Sánchez Sorondo por defensa de la dignidad de la persona?.



Seguimos hablando de la dictadura china .

Uno de los problemas que veo ante esta situación es la indiferencia de los cristianos del mundo occidental, es como si todo esto no fuera con ellos.

Que Sanchez Sorondo dice que los chinos son los que mejor aplican la doctrina social de la Iglesia, pues claro que sí, dicen, para eso es obispo y la conoce. Además quiénes somos nosotros para opinar sobre lo que ha dicho un señor obispo …

Que Sanchez Sorondo dice que esta dictadura defiende la dignidad de la persona, pues igual tiene razón, dicen y dejamos el cerebro en electroencefalograma plano, porque para eso somos cristianos y no podemos juzgar…

No importa la cantidad de presos políticos, no importa los miles de abortos, no importa los infanticidios, ni la tasa de suicidio femenino más alta del mundo.

El cristiano está para dialogar, para comprender, para hacer la paz . Qué importa unos detallitos de nada.

José Miguel Arraiz de forma muy elocuente nos va destrozando las última declaraciones vergonzosas de este Monseñor católico.¿ Acaso este Monseñor pensará que somos tontos? Yo creo que sí y precisamente de esta indiferencia y de esta falta de interés por defender la Verdad es de lo que se valen estos señores. ¿Cómo es posible que haya llegado un sacerdote a tal grado de cinismo y de crueldad? ¿ Cómo es posible  llegar a tal grado de traición y que nadie se inmute?

También estas declaraciones sin el más mínimo reproche por parte de otros sacerdotes, ni la más mínima censura, ni corrección por parte de sus superiores indica el grado de descomposición de tantos prelados, que prefieren callar antes de que les señalen con el dedo.

Cuando veo esta apatía en tantos católicos que me rodean y que justifican estas declaraciones , pienso en esa apostasía silenciosa, que encontrará cualquier justificación para no dar la cara por Cristo.

Les dejo con los argumentos de José Miguel Arraiz:

Las reciente declaraciones de Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, Canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias y de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, sobre el régimen comunista chino son asombrosas y es necesario leerlas más de una vez para creer que un prelado católico ha podido pronunciarlas.

(…)

También ha afirmado el prelado que el régimen comunista está “defendiendo la dignidad de la persona“. De nuevo, sería de agradecer que Monseñor nos explicase en qué sentido sucede eso, teniendo en cuenta que China tiene una gran cantidad de presos políticos, vulnera constantemente el derecho a la libertad religiosa, mantiene invadido y oprimido un país entero [13] y persigue a las minorías. Es también el país con más condenas a muerte del mundo (algunos dicen que empatado con Irán), dándose además el caso de que esas penas de muerte no tienen la más mínima transparencia, sino que el Partido Comunista oculta cualquier información sobre ellas, de manera que es de suponer que los abusos relacionados sean inmensos [16].

A esto se suma, como es conocido, la terrorífica política de natalidad que lleva cuarenta años aplicándose en China: la famosa política de un solo hijo, que recientemente se ha modificado ligeramente para convertirse en la política de los dos hijos [21], tras constatar sus terribles resultados perniciosos para el país [19]. Esta política ha causado innumerables esterilizaciones, abortos forzados [18], infanticidios [17] y la tasa de suicidios femeninos más alta del mundo [22], además de castigos terribles para los la incumplieran. Se calcula que el número de abortos en estos años ronda los quinientos millones, una cifra aterradora, pero que, aparentemente, Monseñor Sánchez Sorondo no considera incompatible con “defender la dignidad de la persona”.

Asimismo, el prelado considera que los comunistas chinos están “asumiendo un liderazgo mundial que otros han dejado“. ¿Y en qué consiste este liderazgo mundial tan extraordinario? ¡En que limitan las emisiones de carbono! Dejemos a un lado el hecho de que China es actualmente el país que más contamina del mundo [23] y que los gestos de cara a la galería de carácter propagandístico no cambian esa situación. En cualquier caso, que un obispo pase por alto las gravísimas vulneraciones de la dignidad humana que comete de forma cotidiana el régimen de Pekín con la excusa (además, falsa) de que es un régimen muy ecológico resulta tristísimo.

Finalmente, el obispo nos asegura que los chinos “tienen una calidad moral que no se encuentra en muchos lados” y que, entre ellos, “la economía no domina la política“. Es sorprendente escuchar estas cosas en boca de alguien culto como Monseñor Sánchez Sorondo. Parece ser que ignora que el principio fundamental de la ideología comunista es que toda la historia humana está determinada por la economía. La superestructura cultura, religiosa y política (por usar la terminología marxista) no es más que una consecuencia o incluso una excrecencia de la infraestructura económica, que es lo que verdaderamente importa y debe imperar sobre lo demás. El Partido Comunista de China ha abandonado muchos dogmas marxistas y maoístas, pero si mantiene alguno es el de la primacía de la economía, ya sea colectivista, como antes, o capitalista de Estado como la de ahora, sobre otros temas “menos importantes” como la religión o la moral.

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El Oriente en llamas  (8/2/18)