domingo, 11 de septiembre de 2016

Las peshmerga, el ejército de mujeres que provoca terror al Estado Islámico.


Esta milicia femenina kurda, formada en 2013, lucha contra Al-Nusra y el Estado Islámico principalmente en la región norte de Irak.
por Tamara García Yuste
Desde la segunda mitad del siglo XX han existido casos de mujeres luchadoras que se hicieron hueco en un escenario de fortaleza y resistencia física reservada sólo para varones. En la mayoría de los casos, la tarea reservada a las féminas ha estado ligado a puestos de carácter sanitario, auxiliar, administrativo o logístico.
Es a partir de los años 90 del pasado siglo, cuando gran parte de los países comenzaron a crear ejércitos mixtos en casi todas sus especialidades y unidades. Sin embargo, en países como Irak no abrieron sus cuarteles al sexo femenino hasta 1996.
Pero el resurgimiento, a raíz de la muerte del dictador Sadam Husein en 2006, de grupos yihadistas como el Estado Islámico ha sido el aldabonazo decisivo para que las mujeres tengan un papel activo en la lucha armada iraquí. Es el caso del ejército de mujeres, surgido en el Kurdistán iraquí y, conocidas como las peshmerga, quienes incluso han creado un batallón formado exclusivamente por ellas.
“Seguía lo que estaba ocurriendo por televisión y escuchaba los testimonios de las cristianas o las yazidíes que habían sido violadas o vendidas como esclavas y no dudé en alistarme para poder defenderme en caso de que entrasen en mi ciudad”, explicaba para diferentes medios de comunicación la peshmerga Layla Sidid, de 22 años.
Estas féminas han dejado atrás las normas implantadas por el Estado Islámico como el uso del niqab, el matrimonio forzado o la mutilación genital obligatoria para luchar en la misma línea de combate que sus hombres para hacer frente a la organización terrorista asociada a Al Qaeda, Al-Nusra, y a los yihadistas del ISIS.
En la última trinchera
Las peshmerga, grupo formado por varios cientos de mujeres combatientes, se sitúan en la última posición militar desde donde se puede divisar a lo lejos la urbe de Mosul. Tan sólo cinco kilómetros de tierra desértica separa a estas féminas de las tinieblas del Estado Islámico.
En este lugar se aglutinan varias docenas de peshmerga que son reemplazadas por otro grupo de mujeres cada cierto tiempo. Duermen en una especie de barrancones de adobe con colchones de lana sobre la tierra. Además, cuentan con otro cobertizo donde pueden disfrutar de los ratos libres.
“Estoy preparada para acudir al frente y luchar (…). Mi sitio está al lado de los hombres. Combatiendo y luchando. Y si tengo que morir, moriré como una mártir y mi nombre será recordado y honrado por mi pueblo”, garantiza una de las soldados peshmerga dejando claro que no tiene miedo ni a la guerra ni a la muerte.
Listas para combatir
Todas las féminas que deciden enrolarse en el ejército de las peshmergas son instruidas antes de combatir en la Academia militar de Suleimanya donde aprenden seguridad, armas y tácticas.
Son pocas las que han estado en combate, a pesar de que “la gran mayoría quiere luchar desde que el ISIS se instaló en el norte y occidente de Irak”, explicaba para la BBC la coronel Nahida Ahmed Rashid, quien dio a conocer que su unidad “se había formado para luchar contra las fuerzas leales del presidente Sadam Hussein”.
“Lucharé hasta la última gota de sangre contra los terroristas. Defenderé mi patria y mi pueblo. Ellos están por encima de mi propia vida”, afirma la joven Chya Hasid, que con 23 años decidió dejar sus estudios para formar parte del ejército de mujeres kurdas.
Miedo a morir en manos de las mujeres
Las redes sociales y diversos medios de comunicación se han hecho eco del testimonio de una mujer peshmerga, que afirmaba que los yihadistas huyen “despavoridos” cuando las ven.
El motivo que explican para este comportamiento “es la supuesta creencia de los miembros de este grupo terrorista de que al morir a manos de mujeres perderían el paraíso”.
Así lo ha explicado, en un estudio sobre mujeres peshmerga la analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), Blanca Palacián de Inza, quien ha apuntado que “el Corán no indica nada al respecto, sí es cierto que establece la superioridad del hombre sobre la mujer, por lo que puede entenderse un deshonor ser muerto por una mujer”.

Actuall  16/08/2016