por Omar Aguilar.
El jurado que convino investigar si una clínica de Planned Parenthood en la ciudad de Houston, Texas, había vendido órganos de fetos abortados, libró a la clínica de toda culpa y en su lugar acusó a los que realizaron los vídeos en los que se basaron las acusaciones.
La resolución ha causado gran sorpresa en la opinión pública. La investigación se basó en una serie de videos con cámara oculta que el Centro para el Progreso Médico (CPM) realizó durante todo un año.
La organización responsable de los videos emitió un comunicado ante las acusaciones:
“El Centro para el Progreso Médico utiliza las mismas técnicas encubiertas que los periodistas de investigación han utilizado durante décadas en el ejercicio de nuestros derechos de la Primera Enmienda a la libertad de expresión y de prensa, y cumple con todas las leyes”, dice su comunicado.
Y agrega: “Planned Parenthood no puede negar que sus líderes admitieron la venta de órganos fetales, declaraciones capturadas en video para que todo el mundo lo vea”.
El jurado decidió acusar a David Daleiden, director del Centro para el Progreso Médico, de falsificar documentos gubernamentales (un cargo castigado con hasta veinte años de cárcel) y de un delito menor relacionado con la venta de tráfico de órganos.
También atribuyó a una empleada del CPM, Sandra Merrit, un cargo de manipulación de un documento gubernamental.
El Fiscal de Distrito en el condado de Harris (Texas) ha decidido levantar los cargos.
Por su parte Planned Parenthood continúa negando las acusaciones y afirma que los videos han sido “fuertemente editados”.
Ante la resolución del jurado del condado de Harris, el gobernador del Estado de Texas ha dicho que “el estado de Texas continuará apoyando legislaciones que prohíban la venta o transferencia de tejido humano”, y que esta decisión del jurado no afectará a esta legislación.
David Deleiten se muestra firme en su postura y el Centro para el Progreso Médico le apoya: “Estamos listos para enfrentar a Planned Parenthood”.
Aleteia 28 ENERO, 2016
