miércoles, 24 de junio de 2015

Mons. Lozano: “Estamos en una sociedad con un serio déficit de paternidad”

Vemos niños y adolescentes muy solos. Sin contención y cariño en el presente y sin proyecto de vida a futuro.


El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Eduardo Lozano, destacó mediante un relato las dificultades, entrega y compromiso que requiere ser padre y apeló a otro testimonio para graficar lo complejo que es crecer sin tenerlo o haberlo perdido.

El prelado contó que uno le dijo que “ser padre, es servir a la vida en el hijo, es entrega de la propia vida”, mientras el otro recordó un momento de soledad en el que pensó: “Necesito un padre, que siempre esté, que no se enferme y que no se muera” y descubrí en mi orfandad de plenitud a Dios Padre.”

“Esta experiencia me hace pensar en nuestra sociedad, con muchos padres ausentes. Algunos se fueron del hogar de manera repentina; formaron otra pareja, y después otra, dejando hijos sin papá... Otros están presos o fugados de la Justicia. Y no faltan quienes se ‘ausentan’ por el consumo de alcohol o drogas”, reconoció y agregó: “Sea cual sea el motivo, estamos en una sociedad con un serio déficit de paternidad”.

”Vemos niños y adolescentes muy solos. Sin contención y cariño en el presente y sin proyecto de vida a futuro. Paran en esquinas o pasillos, en plazas o estaciones... están muchas horas a la intemperie en un sentido real y afectivo. Hay un grito desde las entrañas que claman por un papá que no está cerca hace rato”, sostuvo.

El obispo gualeguaychense afirmó que “ante estas situaciones dolorosas a veces hay respuestas", porque "encontramos otros papás que los miran extendiendo su paternidad y abrazándolos, ofreciendo cobijo, ternura” y puso los ejemplos de los sacerdotes del Hogar de Cristo que se entregan como padres “con lo que hay que tener” y a esos papás laicos que “extienden su familia a los barrios más pobres”.

Monseñor Lozano también se refirió a esas “mujeres consagradas que sostienen con afecto femenino la olla, la mesa, la canchita, la huerta, otras mujeres casadas o solteras que ponen oído y sostienen a quienes van cayendo o son expulsados de sus casas. Un gran esfuerzo para conjugar libertad y límites que ayuden a una integración en la sociedad”.

“Recuerdo haber escuchado experiencias de África, Haití, o zonas de guerras. Cuando muchos chicos quedan huérfanos, hay familias (muchas) que dicen ‘también son hijos nuestros’, y les brindan el cariño que necesitan. Ojalá regalemos paternidad”, concluyó y les deseó felicidades a los padres en su día.

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Artículo originalmente publicado por AICA