6 claves del Plan Familia Ecuador aplicables en cualquier lugar
Protagonismo de la familia y un enfoque integral que tenga en cuenta todas las dimensiones de la persona son dos aspectos clave de una educación sexual eficaz, según el Plan Familia Ecuador con el que el Gobierno de Rafael Correa da un golpe de timón a una política que no ha conseguido evitar que la mitad de los adolescentes sean ya padres o madres.
Priorizando el aspecto biológico de la persona, proponiendo el placer sobre la responsabilidad y enviando al centro de salud a solucionar problemas no se reducen los embarazos en adolescentes, por lo que el presidente ha sustituido la Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo Adolescente por el nuevo plan.
Estas son algunas de las claves de su nueva política, aplicables a cualquier lugar:
1. Considerar a la familia de un modo preponderante, promover desde el Estado el rol protagónico de la familia, lo cual implica -además de un programa de educación de la afectividad y sexualidad con enfoque de familia al que se destinen suficientes recursos- conciliación familia y trabajo, acceso a información completa, científica y veraz y formación de los padres para la educación sexual de sus hijos.
2. Afectividad y sexualidad están ligadas como un todo, su enfoque debe integrar todas las dimensiones de la persona: corporal, sensorial, intelectual, social y trascendente.
3. La educación, que debe de ser de calidad y basada en la formación de hábitos, debe estar dirigida a que las personas se desarrollen, forjen su carácter y sean capaces de amar. Además de generar conocimiento, debe ayudar a formar personas creativas, solidarias, responsables, críticas, respetuosas, comprometidas, libres con autodominio, fieles, sinceras, generosas, … Hay que educar en valores y promocionar la importancia de que los niños y jóvenes se propongan y luchen por su proyecto de vida.
4. La educación sexual no es por tanto una mera instrucción de anatomía, de ginecología o fisiología, sino que se dirige a conocer y gestionar adecuadamente la propia vida afectivo sexual, a conducirla libre y responsablemente hacia el mejor desarrollo personal. Lo que no perfecciona a la persona puede ser informativo pero no es necesariamente educativo.
5. Es fundamental tener en cuenta que el ser humano es sexuado, la persona humana es hombre o mujer y lleva inscrita esa condición en todo su ser: en su programa genético, su sistema endocrino, sus órganos genitales internos y externos, su cerebro y su figura corporal. Hombre o mujer “se es” y no sólo “se construye socialmente”, hay que evitar una concepción antropológica atada a una ideología.
6. La educación sexual debe impartirse de manera especializada para cada edad y género, e implementar este nuevo enfoque en el sistema educativo nacional.
