martes, 20 de enero de 2015

Las consecuencias dramáticas de los «matrimonios» homosexuales.



Más allá de las implicancias espirituales de estas relaciones, hay una realidad palpable desde el mero ámbito científico. Gracias a Ignacio Fleitas por la traducción.


Este año, 3% de los “matrimonios” en Francia corresponderían a casales homosexuales. París alcanzó el récord con 1331 uniones homosexuales, es decir, el 13% del total. En el barrio de Marais, la cifra alcanza el 32%. Teniendo en cuenta las estadísticas provenientes de los EE.UU., debemos desearles que tengan suerte, porque la van a necesitar. Basamos nuestro aserto en investigaciones científicas; y agregamos el material original no para extender el texto sino para que no se nos tilde de “homófobos”. Hemos dejado las referencias en lengua inglesa para facilitar las posibles búsquedas a nuestros lectores. Algunos de los títulos de los artículos involucrados son más que claros. Creemos estar haciendo un servicio a los homosexuales al hacerles ver hechos establecidos por trabajos científicos.
Un estudio siguió a 156 parejas del mismo sexo. Solo siete de ellas practicaban la fidelidad en sus relaciones sexuales. Situación que favorecía la transmisión de enfermedades venéreas y los estados de depresión psicológica. (McWhirter, D. and Mattison, A. “The Male Couple: How Relationships Develop.” (Upper Saddle River, NJ: Prentice Hall).
Las parejas de lesbianas son estadísticamente más inestables que las parejas “heterosexuales”. (“Comparative Relationship Stability of Lesbian Mother and Heterosexual Mother Families: A Review of Evidence,”  Marriage and Family Review 46: 499-509).
Un estudio danés aparecido en el año 2011 se refiere a los doce primeros años de la legalización del “partenariato” homosexual (En Dinamarca no se han atrevido a calificar este tipo de unión como “matrimonio”). El riesgo de suicidio entre los hombres se multiplica por ocho. (Mathy, R. et al. 2011. “The Association between Relationship Markers of Sexual Orientation and Suicide: Denmark, 1990-2001,” Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, 46: 111-117).
En 2010, el U.S. National Longitudinal Lesbian Family Study ha establecido que 40% de las parejas de lesbianas que habían concebido un hijo por inseminación artificial se habían divorciado. (Gartrell, N. & Bos, H. 2010. “U.S. National Longitudinal Lesbian Family Study: Psychological Adjustment of 17-year-old Adolescents,” Pediatrics, 126 (1): 28-36.)
Un estudio efectuado en el África Subsahariana estableció que 7% de los hombres habían sido víctimas de abuso sexual por otros hombres en el curso de su vida. Y esta cifra alcanzó el 39% entre los homosexuales. (Greenwood, G. et al. 2002. “Battering victimization among a probability-based sample of men who have sex with men,” American Journal of Public Health, 92:1964–69).
Un relevante estudio de la revista Cancer publicado en mayo del 2001 estableció que los varones homosexuales corrían el doble del riesgo que los “heterosexuales” de tener un cáncer. Entre los homosexuales, la enfermedad aparecía a la edad promedio de 41 años, mientras que para el resto de la población masculina que la padecía se producía a los 51 años. (Boehmer, U. et al. 2011, “Cancer Survivorship and Sexual Orientation,” Cancer, 117:3796–3804.)
El Wall Street Journal del 12 de noviembre de 2014 publicó un artículo para advertir que el cáncer de garganta producido por el virus Papilloma (contra el cual en Francia se compele abusivamente a las niñas a que se vacunen con el Gardasil) había aumentado un 72% entre los años 2000 y 2004. Cáncer que afectaba especialmente a los varones que habían multiplicado sus parejas masculinas.
En 2012, dos autores revisaron 28 estudios sobre violencia entre homosexuales de sexo masculino. Concluyen lo siguiente: La violencia íntima entre los miembros de la pareja, ya sea psicológica, física o sexual, alcanzó entre ellos cifras alarmantes. (Voir p. 180. P. Finneran, C., Stephenson, R. 2012. “Intimate Partner Violence Among Men Who Have Sex With Men: A Systematic Review,” Trauma, Violence and Abuse, 14: 168-185.)
En 2007, un estudio encargado por la Academia de Medicina de Nueva York estableció que más del 32% de los homosexuales activos habían sufrido “abuso” por una o más de sus parejas en el curso de su vida. Lo cual los había llevado a cuadros depresivos y empleo de estupefacientes. (Houston, E. & McKiman, D.J. 2007, “Intimate Partner Abuse Among Gay and Bisexual Men: Risk Correlates and Health Outcomes,” Journal of Urban Health 84: 681-690.)
En 2014, un metaanálisis de 19 estudios provenientes del África Subsahariana estableció que la violencia íntima entre partenaires del mismo sexo era del 48%. (Buller, A. et al. 2014. “Associations between Intimate Partner Violence and Health among Men Who Have Sex with Men: A Systematic Review and Meta-Analysis.” PLOS Medicine, 11(3): e1001609. doi:10.1371/journal.pmed.1001609.)
Una investigación realizada en Amsterdam estableció que 86% de los casos recientes de sida se produjeron en parejas homosexuales inestables. (Xiridou, M. et al., “The contribution of steady and casual partnerships to the incidence of HIV infection among homosexual men in Amsterdam,” AIDS 17:1029-38.).


Artículo tomado de: Les conséquences dramatiques des « mariages » homosexuels. Publicado en Bioéthique et Santé / por Jean-Pierre Dickès / el 3 de enero de 2015 a las 19 h 43 min / y traducido al castellano por Ignacio Fleitas.



Publicó :  R. Cristiandad.