jueves, 31 de julio de 2014

Ayudas y obstáculos para la comunicación matrimonial.

Por Alicia Pérez-Nuño.
La habilidad para comunicarse adecuadamente es fundamental para que la relación sea estable y feliz, y lo bueno es que este es un arte que se puede aprender.
En el matrimonio, la habilidad para comunicarse adecuadamente es fundamental para que la relación sea estable y feliz. Y lo bueno es que este es un arte que se puede aprender.
La comunicación se compone de varios elementos: se necesita que haya una persona que tiene algo que decir y alguien que escuche el mensaje.
A su vez, la calidad de mensaje dependerá de la claridad para comunicarse y de la disposición y habilidad del receptor por escuchar. Entre más específico, corto, directo y libre de interferencias sea el canal que usemos para comunicarnos, el mensaje se podrá escuchar más claramente.
Por ejemplo, debemos poder decir: “Estoy molesta(o) porque ayer cuando te pregunté si podíamos planear unas vacaciones, me contestaste muy golpeado y de mala gana”.
Igualmente, la retroalimentación que el que escucha le da al emisor es de gran ayuda para que la comunicación tenga éxito. Retroalimentar es parafrasear lo que usted escuchó o cree haber escuchado; por ejemplo puede decir: “O sea que tú estás molesta(o) porque ayer te pareció que te hablé golpeado y de mala gana”.
Si el receptor no ofrece esa retroalimentación o significado compartido, quizá el emisor pueda pedirle a la otra persona que le repita lo que cree que escuchó.
En la comunicación interfieren también lo que se conoce como “estorbos de la comunicación”. He aquí algunos de los más frecuentes:
· Falta de claridad en el mensaje o el lenguaje: Recuerde ser específico y sobre todo traiga sólo un asunto a la vez. Piense qué es lo que quiere decir y cómo lo va a decir. Cuál es el mejor lenguaje y vocabulario que puede usar con la persona con quien se quiere comunicar. Recuerde que el fin de la comunicación es darse a entender para que el otro pueda responder a nuestra necesidad expresada.
· Ruido emocional: Este depende de cómo se están sintiendo las personas: Así por ejemplo, si una persona se está sintiendo poco apreciada, ese sentimiento va a afectar cómo transmite o escucha lo que su pareja le quiere decir. Por eso, si la pareja le responde mal ante una simple pregunta, pregúntele con preocupación, ¿qué te pasa? ¿Te sientes bien? 
Procure igualmente no tratar de resolver problemas o expresar su parecer cuando se encuentra en un estado alterado. Espere a que la adrenalina desaparezca de su cuerpo y cuando ya se sienta más calmado, inicie de nuevo la comunicación.
· El tono de voz y acentuación inadecuada de las palabras: Fíjese cómo dice las cosas. No es lo mismo hablar con un tono despectivo o a gritos que empezar con amabilidad. El tono de voz y la acentuación ayudan a crear el ambiente adecuado para que se dé la comunicación. Hay quienes se intimidan con ciertos tonos de voz.
· La actitud negativa de quien escucha: Para tener éxito en la comunicación, la persona con quien quiere comunicarse tiene que querer comunicarse. Es preferible hacer una sita y esperar hasta que dicha persona esté lista para entablar la conversación.
· El ambiente que les rodea, la hora del día, los ruidos presentes: ¿Recuerda cuánto pensó dónde y cómo iba a proponer matrimonio? ¿Por qué dejar de hacer algo que posiblemente tuvo éxito? Piense, y escoja el mejor tiempo. La experiencia nos dice que el mejor tiempo para resolver un conflicto no es cuando está enojado. Espere hasta que se haya calmado luego escoja el lugar y la hora.
Cuando conocemos el estilo de comunicación de nuestra pareja podemos mejorar nuestra comunicación y posiblemente entender mejor sus actitudes.
Las persona tenemos también distintas formas o estilos para comunicarnos, dependiendo de nuestra personalidad (introvertido, extrovertido, etc.) o de lo que hayamos aprendido a través de nuestra experiencia personal.
Con frecuencia pensamos que la manera como nosotros nos comunicamos es la mejor (el león cree que todos son de su misma condición) y no nos damos cuenta que otras personas pueden tener una manera diferente de comunicarse sin que necesariamente sea errónea.
Por esta razón, es conveniente que cada cual examine su estilo de comunicación y que después se detenga a observar cómo se comunica su pareja.
Pregúntese por ejemplo: ¿Soy introvertido o extrovertido? ¿Cómo saberlo? Las personas que disfrutan la compañía de otras personas y se energizan cuando tienen con quién hablar y compartir su tiempo suelen ser extrovertidas. Por el contrario, las personas a quienes el estar entre muchas personas les agota y prefieren la compañía de unos cuantos o requieren de muchos momentos de  soledad, posiblemente sean introvertidos.
A los extrovertidos les gusta expresar lo que están pensando y compartirlo con otras personas mientras a los introvertidos les gusta primero procesar sus pensamientos en silencio y después expresarlos. Ninguna de las dos formas de ser es mejor o peor. Cada cual tiene sus ventajas y desventajas que se pueden tener en cuenta para la relación. Pero conocer el estilo de cada uno es ya un buen comienzo.
Cuando conocemos el estilo de comunicación de nuestra pareja podemos mejorar nuestra comunicación y posiblemente entender mejor sus actitudes. En ocasiones, los dos pueden tener el mismo estilo de comunicación (introvertido o extrovertido). Sin embargo,  usualmente uno va a ser más o menos que el otro y por ello tendrá que aprender a comunicarse adecuadamente con su pareja
Ahora que ha reflexionado sobre el estilo de comunicación suyo y de su pareja, ¿qué cree que puede hacer usted para tener más éxito en su comunicación?
La comunicación así como el amor se expresan de muchas maneras. En el caso del matrimonio estas dos van muy unidas. Ponga atención a cómo le gusta que su pareja que le halaguen.
A algunas parejas les gustan las palabras amorosas y afirmantes; otras prefieren que usted pase tiempo con ellas. Otras parejas se sienten muy alagadas cuando usted les da un regalo o les hacen su comida favorita y otras prefieren que usted les ofrezca un servicio y ayuda. Para algunas parejas el contacto físico es muy importante y les halaga que usted les tome de la mano o les dé un masaje.
Con frecuencia pensamos que lo que nos gusta a nosotros o nos alegra va a halagar a nuestra pareja. Sin embargo con el tiempo y observación, nos damos cuenta que esto no es tal. La comunicación entre parejas debería mejorar con el tiempo. Las parejas entre más se conocen puede estar más atentas a las necesidades del otro.

Artículo originalmente publicado por Por tu Matrimonio 


Fuente: Aleteia.