sábado, 19 de abril de 2014

A 20 años del fallecimiento del Dr. Jérôme Lejeune

Hace 20 años el mundo entero despedía al médico francés Jérôme Lejeune. Nacido en París en 1926, es considerado el padre de la genética moderna. El descubrimiento de la trisonomía 21 como causa del síndrome de Down hizo que lo galardonaran con el Premio Kennedy en el año 1962.
Su capacidad intelectual le permitió detectar la inseparable relación entre ciencia y conciencia, y así fue cómo a lo largo de toda su vida académica se preocupó por hacer saber su defensa de la dignidad de la vida humana desde el momento de la concepción. Su férrea oposición al aborto en Francia a principios de la década del ‘70 fue el detonante para que el Premio Nobel de Medicina le fuera finalmente negado.

Lejeune falleció en la mañana de Pascua del 3 de abril de 1994, exactamente 33 días después de que el Papa Juan Pablo II lo nombrara primer presidente de la Pontificia Academia para la Vida.

Con motivo de su muerte, el Santo Padre envió una misiva al entonces Cardenal arzobispo de París Jean-Marie Lustiger en la que con profunda gratitud reconoció el apostolado del gran genetista:


“Hay que hablar aquí de carisma, porque el profesor Lejeune supo usar siempre su profundo conocimiento de la vida y de sus secretos para el verdadero bien del hombre y de la humanidad, y sólo para esto. Llegó a ser uno de los más ardientes defensores de la vida, especialmente de la vida de los niños por nacer que, en nuestra civilización contemporánea, frecuentemente están amenazados, hasta el punto de que se puede pensar en una amenaza programada.” (Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II al Cardenal Lustiger con motivo de la muerte de Jérôme Lejeune. Vaticano, 4 de abril de 1994)


Actualmente, la Fundación Jérôme Lejeune se dedica al estudio de las enfermedades genéticas bajo una triple misión: “investigar, defender, y curar”.