La Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó al gobierno porteño que practique un aborto no punible a una mujer de 32 años víctima de trata de personas que fue suspendido por una medida cautelar solicitada por la organización Pro Familia.
La práctica iba a llevarse a cabo tras la reglamentación, el pasado 10 de septiembre, del protocolo facultativo redactado por el ministerio de Salud de la Ciudad. Ante aquel anuncio de las autoridades porteñas, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, advirtió que se percibe “una vez más que se avanza deliberadamente en limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer” y ratificó que el aborto “nunca es la solución”.
En su resolución, el máximo tribunal con la firma de seis de sus siete miembros -Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay- señaló que “frente a lo decidido por esta Corte sobre la base de la interpretación de textos constitucionales e infraconstitucionales en la sentencia dictada en la causa F. 259.XLVI ‘F.A.L. s/ medida autosatisfactiva’, sentencia del 13 de marzo de 2012 (voto de la mayoría), la medida que se adoptará es la demostración más concluyente del modo en que ha de realizarse por los poderes judiciales de la Nación, de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la exhortación dada por el Tribunal para que se abstengan de judicializar el acceso a los abortos no punibles”.
El gobierno de la Ciudad había dispuesto la realización del primer aborto no punible bajo la reglamentación firmada por el ex ministro de Salud, Jorge Lemus. La intervención estaba prevista para el pasado martes en el Hospital Ramos Mejía. Sin embargo, una jueza dispuso una medida cautelar que suspendió la intervención a minutos de su inicio.
La decisión judicial fue rápidamente apelada por el gobierno de la Ciudad y por la joven que iba a ser sometida a la cirugía, cuya identidad se mantiene en reserva aunque se sabe que fue víctima de una red de trata de personas.
La voz de la Iglesia
El 10 de septiembre pasado, cuando se anunció la reglamentación de un protocolo hospitalario para habilitar los abortos no punibles en la Ciudad, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, calificó de “lamentable” esa decisión y advirtió que se percibe "una vez más que se avanza deliberadamente en limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer".
"El aborto nunca es una solución", aseveró citando un documento de la Conferencia Episcopal Argentina. "Al hablar de una madre embarazada hablamos de dos vidas, ambas deben ser preservadas y respetadas pues la vida es de un valor absoluto", agregó en base al mismo texto episcopal.
El purpurado porteño cuestionó al gobierno porteño por su decisión, al sostener que "amplía la despenalización del aborto cediendo a la presión del fallo de la Corte Suprema de la Nación".
Tras asegurar que el máximo tribunal "excedió sus competencias exhortando a aprobar protocolos, afectando de esta manera la división de poderes y vulnerando el federalismo", alertó sobre las consecuencias "jurídicas, culturales y éticas" que traerá aparejada la puesta en práctica de un protocolo hospitalario.
"Las leyes configuran la cultura de los pueblos y una legislación que no protege la vida favorece una 'cultura de la muerte'", subrayó citando la encíclica "Evangelium vitae" de Juan Pablo II.+
Fuente: AICA (12/10/12)