miércoles, 19 de septiembre de 2012

Card. Ouellet: La ideología de género niega la obra de Dios.

Roma (Italia) (AICA): “La ideología de género hace desaparecer la complementariedad natural de los sexos, la reduce a un factor cultural, niega que el hombre recibe su identidad de Dios y, en este sentido, niega la obra de Dios, convirtiéndose en una antropología sin Dios", dijo a ‘Inside The Vatican' el cardenal Marc Ouellet, canadiense de 68 años, desde hace dos años prefecto de la Congregación vaticana para los Obispos.
"En la óptica de esta ideología -agregó- el hombre puede elegir lo que quiere ser, puede ‘rehacerse' sólo, puede realizarse por sí mismo sólo sobre la base de su voluntad. Ya en el Génesis se habla de esto: queremos ser como Dios, pero sin Dios. En cambio, Dios quiere ‘divinizarnos' en la Gracia, es decir, en el libre intercambio de amor entre Él y nosotros en Jesucristo. Los diversos lobbies quieren imponer a la gente esta ideología también a través de las legislaciones estatales. Entonces la Iglesia debe proponer la verdad sobre el hombre a la luz de la Revelación". Otros diversos temas fueron abordados por el Cardenal en la entrevista, entre ellos sus labores en el discasterio romano, la realidad de la Iglesia en nuestros días, el debilitamiento de la familia, y los nuevos movimientos de la Iglesia. Perfil de un obispo católico Sobre el perfil de un obispo católico, apropiado a las actuales circunstancias que vive la Iglesia, el purpurado señaló que un prelado "debe ser un hombre de fe firme: lo más importante es la fe del pastor. Debe ser un hombre preparado intelectualmente, capaz no sólo de predicar la fe sino también de defenderla. Éste es un rasgo que san Pablo subraya cuando habla de los obispos". También señaló que uno de los rasgos de un obispo católico debe ser la valentía: "En la cultura actual se ven poco los valores cristianos, mientras que los medios de comunicación son a veces muy críticos con la Iglesia. Por lo tanto, se necesita coraje para afrontar estos ataques y para proteger a los fieles de todas estas corrientes anticristianas así como para hacerles mantener la fe". Desde su privilegiado puesto de observación como cabeza de un importantísimo dicasterio, el cardenal Ouellet declaró que "hay una crisis de fe, especialmente en el mundo occidental. Por esta razón no por casualidad se habla desde hace años de la nueva evangelización y Benedicto XVI proclamó el Año de la Fe". Para el purpurado "la situación es alarmante y esto se ve en la disminución de las vocaciones y en las dificultades que encuentran los sacerdotes". “Una característica de una eficaz nueva evangelización que combata el secularismo -afirmó el Cardenal- tiene que ser una fuerte y renovada comunión eclesial. Están bien las ideas nuevas, los proyectos nuevos, pero lo que convence es la verdadera comunión dentro de la Iglesia. Si nosotros no estamos en comunión unos con otros, entonces la presencia de Dios no es palpable y la Buena Noticia del Evangelio no pasa". El purpurado vaticano también destacó, como un gran signo de esperanza que se constituye también en "nueva evangelización en acto", a los "grandes movimientos eclesiales" y las "muchas nuevas comunidades" que surgieron recientemente en el seno de la Iglesia. "La realidad del Evangelio es el encuentro con Jesús, el Resucitado, que fascina y que hace nacer la comunión. Y donde hay comunión, está la Iglesia. Las nuevas comunidades son la nueva realidad de la Iglesia que puede revitalizar las parroquias y el tejido eclesial", concluyó.+ 
19/8/2012 
Fuente: AICA