La Policía descarta que hubiera adultos implicados
Según informa el diario Abc, cinco niñas y catorce niños de entre 8 y 16 años han sido identificados y localizados por la Policía en distintas zonas de España como protagonistas de una serie de vídeos sexuales que habían sido grabados por ellos mismos. Una prueba más de la degeneración a la que está llegando la sociedad española.
La sobre exposición sexual, promovida por las administraciones publicas y gran parte de los medios de comunicación, a la que está siendo sometida la infancia en España, junto con la irresponsabilidad creciente de las familias en la educación de sus hijos, empieza a producir situaciones repugnantes, propias de una sociedad enferma y pervertida.
Esta vez no hay detrás de los hechos una red criminal que abusara de menores; los propios chicos tomaban las imágenes con «smartphones» y luego publicaban el material en internet.
Pueden acabar siendo víctimas de pederastas
La investigación de la Unidad de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de Policía Judicial es muy relevante porque ese tipo de material, de forma habitual, acaba en foros pederastas, donde es muy valorado, y muchas veces también los niños que aparecen en ellos caen víctimas de depredadores sexuales.
Los agentes de la Sección de Protección al Menor de la Brigada de Investigación Tecnológica detectaron hace año y medio los vídeos sexuales y comenzaron el trabajo de identificación de los menores. Por su experiencia saben cuándo esas grabaciones están hechas por los propios chavales o si son producto de una explotación sexual por parte de adultos, y pronto descartaron la segunda opción. El poner nombre y apellidos a los chicos en estos vídeos no sirve de forma habitual para detener a pederastas pero en estos casos el trabajo policial está enfocado, de forma prioritaria, a su protección. Subir este tipo de material a las redes sociales les pone, sea de forma consciente o no, en una situación de extrema vulnerabilidad.
«Si son identificados por un pederasta, éste puede acceder a ellos haciéndose pasar por un menor y manipularlos a su antojo; pero si se niegan a sus deseos llegarán las amenazas de difundir en su entorno a qué se dedican, consiguiendo así lo que deseen», explican las fuentes consultadas por ABC «En realidad, lo menos grave es la difusión de su imagen, que ya es algo muy serio; lo más peligroso viene después», añaden.
Muchas veces en este tipo de operaciones se detecta a adultos que engañan a los menores para que hagan cosas como estas; no es el caso, aunque en el marco de esta investigación fue arrestado en Castellón un pederasta de 57 años. En un principio se pensó que se trataba de una víctima menor de edad que había compartido un vídeo de alto contenido sexual grabado por él mismo. Sin embargo, en investigaciones posteriores se comprobó que quien lo había distribuido en una plataforma de reproducción de vídeos no había participado en su producción y en realidad se trataba de ese tipo, luego capturado.
Atención paterna deficiente
«No hay un perfil determinado en los menores que se graban y suben a la red este tipo de material. Aunque alguno pueda pertenecer a familias desestructuradas, los hay de todas las clases sociales, incluso las más altas. Lo mismo sucede con los niveles culturales en los que se desenvuelven. Sólo tienen una característica común: han tenido acceso a todo tipo de pornografía, utilizan las redes sociales sin restricciones y la atención paterna ha sido deficiente, al menos en este sentido», explican las fuentes consultadas por ABC.
«Cuando se habla con ellos uno se da cuenta de que puede ser uno de nuestros hijos; estudian, tienen amigos, actúan como cualquier otro de su edad», añaden. Cuando los padres se enteran, se les cae el mundo encima.
«Emulan las prácticas que ven a los adultos; es muy duro ver cómo niñas y niños muy pequeños se comportan en este campo como personas mayores; no se limitan a lo más básico, van mucho más allá, y eso solo es posible porque lo han visto antes», insisten las fuentes policiales. Normalmente las grabaciones se hacen entre grupos de amigos, «novietas», aunque a veces hay contactos entre algunos de ellos a través de internet, de modo que se intercambian y difunden imágenes.
La Policía insiste en formar y tutelar a los menores para evitar estas situaciones, cada vez más frecuentes. No es la primera operación de este tipo que se hace y no será la ultima. Una vez que se sube una imagen a internet se pierde su control. Es clave denunciar. y para eso está la dirección de correo electrónico: denuncias.pornografia.infantil@policia.es.
24/06/20 3:36 PM (Abc/InfoCatólica)