miércoles, 20 de noviembre de 2013

Las demoliciones israelíes sabotean la paz, dijo el patriarca Twal

Jerusalén (Tierra Santa) (AICA): “Cuando el gobierno israelí ordena demoler y obliga a la gente a abandonar sus hogares, está alimentando el odio y socavando el futuro de la paz”, dijo el patriarca de Jerusalén de los Latinos, Fouad Twal, al condenar la demolición de una casa construida en una propiedad del Patriarcado con topadoras escoltadas por soldados israelíes.
El Patriarca visitó el lugar con dos obispos auxiliares, varios sacerdotes, abogados y cónsules de países extranjeros, entre ellos de Italia y Bélgica. En la casa vivía una familia de 14 personas, que fueron expulsadas a las 5 de la mañana, tras incautarles sus teléfonos móviles para impedirles dar aviso del hecho. “Nosotros somos los dueños legítimos -dijo el Patriarca Twal- y oirán nuestra voz ante los gobiernos del mundo, vamos a accionar en los tribunales competentes para restablecer la justicia y reconstruir esta casa”.
“No hay justificación para las demoliciones, y cuando la municipalidad de Jerusalén y el gobierno israelí ordenan una demolición y obligan a la gente a abandonar sus hogares, están alimentando el odio y socavando el futuro de la paz”. 
Con estas palabras, el patriarca de Jerusalén de los Latinos, Fouad Twal, condenó la reciente demolición de una casa construida en una propiedad del Patriarcado Latino con topadoras de la municipalidad, escoltadas por soldados del ejército israelí. 
Estas fuertes declaraciones las realizó durante su visita al lugar de la demolición en la tarde del martes 5 de noviembre. Acompañaban al Patriarca sus obispos auxiliares, monseñores William Shomali y Giacinto Boulos Marcuzzo, junto con un grupo de sacerdotes y abogados del Patriarcado, y cónsules de países extranjeros, entre ellos los de Italia y Bélgica. 
El terreno sobre el que estaba la casa demolida el pasado 28 de octubre se encuentra cerca del puesto de control que separa Jerusalén de Belén, y pertenece al Patriarcado Latino desde antes de 1967. La casa estaba habitada por la familia de Salameh Abu Tarbush, de 14 personas, que fueron expulsadas por los soldados a las cinco de la mañana, tras incautarles sus teléfonos móviles para que no pudieran dar aviso del atropello. 
“Nosotros somos los dueños legítimos -dijo el Patriarca Twal- y oirán nuestra voz ante todos los gobiernos del mundo, vamos a emprender acciones legales ante los tribunales competentes para restablecer la justicia y reconstruir esta casa”. 
La familia que vivía en la casa demolida por ahora está alojada en unas tiendas de campaña de la Cruz Roja. 
Según datos de la Oficina de la ONU para la coordinación de cuestiones humanitarias (OCHA), 91 viviendas han sido demolidas en Jerusalén desde comienzos de este año hasta el 30 de octubre y 265 personas se han visto privadas de techo. En el mismo período de tiempo, el pasado año se demolieron 64 casas, dejando a la intemperie a 71 personas.+ 


Miercoles 20 Nov 2013 | 10:00 am« 



Foto: El Patriarca Twal ante las demoliciones.