El dinero público en Cervera ha dedicado en el siglo XXI más de un millón de euros a fomentar la brujería y la adivinación. Aquí no hay recortes.
por Pablo J. Ginés/ReL
Un año más, la ciudad catalana de Cervera ha celebrado su famoso Aquelarre, que nació en 1978 como una fiesta de jóvenes de barrio, fue ganando popularidad como fiesta alocada, de alcohol y transgresión y desde 1998 es una gran cita de los comercios esotéricos, adivinos y empresarios de lo paranormal.
En una nota de prensa, el Ayuntamiento, con mayoría simple de CiU, se muestra encantado con sus "150 expositores dedicados al tarot, la astrología y el esoterismo".
Los vendedores de lo esotérico vienen atraidos por la multitud, en torno a las 30.000 o 40.000 personas al año. Pagan unos 200 euros por expositor, aunque también los hay de artesanías o alimentos, que son algo más baratos. El ayuntamiento también se beneficia de cuatro o cinco licencias para bares callejeros durante la fiesta, que dura tres días: cada una aporta entre 2.000 y 4.000 euros a las arcas municipales.
Pero todo eso está lejos de los 100.000 euros con los que el erario público (incluyendo el autonómico) apoya la fiesta en plena época de crisis.
En 2011 aportó 104.000 euros, y en los años anteriores rondaba entre los 120.000 y 130.000 euros. Así, el dinero público en Cataluña ha dedicado en el siglo XXI más de un millón de euros a fomentar la cultura esotérica.
Partido políticos callados
La asociación E-Cristians viene denunciándolo desde 2003. Su presidente, Josep Miró i Ardèvol, lamenta que el Ayuntamiento se dedique a "echar a la basura, literalmente, 100.000 euros, cuando hay tanta gente que malvive con pagas de 400 euros". Además, Miró, un ex-político que fue concejal de Barcelona y conseller autonómico, considera aún más lamentable que "ningún partido político alza la voz para criticarlo".
¿Y los del "pensamiento escéptico"?
También asombra el silencio durante tantos años de las asociaciones y entidades "escépticas", de "pensamiento crítico" o "racionalistas". Este periodista ha dedicado un tiempo prudencial a buscar en Internet en webs como Esceptics.com y otras afines, sin encontrar ninguna referencia al Aquelarre de Cervera y su apoyo a la brujería. Tampoco -salvo error- parece pronunciarse la revista "El Escéptico", que sin embargo dedica varios números a supuestas operaciones de "infiltración" de "creencias religiosas" en las universidades españolas y extranjeras.
Hay que tener en cuenta que la presencia del esoterismo en Cervera no es sólo comercial. El esoterismo busca respetabilidad cultural y por eso desde hace años la llamada "Fira del Gran Boc" (Feria del Gran Chivo, o Macho Cabrío), incluye conferencias y rituales en el recinto de la Universidad de Cervera, que fundara el primer rey borbónico español, Felipe V, en esta ciudad que le apoyó en la Guerra de Secesión. Ya no es una universidad, pero sigue siendo un centro académico: aloja un Instituto de Secundaria, una sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y varios archivos y bibliotecas, y su presidente es el conseller autonómico de Cultura, con el concejal de Educación como vicepresidente.
¡Seduce a tu pareja con la astrología!
Este es el ámbito académico donde del 26 al 28 se agosto se impartieron talleres esotéricos como "Tarot y sentimientos" ("te enseñaremos a hacer lecturas [de cartas] para ver si encontrarás pareja y como conseguirla y si ya tienes para ver como estás a nivel emocional y hacia donde derivas") o "Astrología, Marte y Venus", que incluye "El arte de seducir a una mujer tauro o a un hombre acuario". Los talleres empezaron con un ritual esotérico de bendición del encuentro.
Penes gigantes y el Baile de la Polla
Además del esoterismo, el otro gran protagonismo de la fiesta es la idea de "transgresión", que queda ejemplificada desde 1991 con la figura del Macho Cabrío o Gran Chivo (el Gran Boc o Mascle Cabró, en catalán) y que desde hace ya años culmina con la escena en que el Gran Chivo eyacula una lluvia de espuma desde un enorme pene sobre los miles de asistentes (por lo general bastante bebidos) aglomerados en la plaza. Es el momento de la "Escorreguda" (la corrida), precedida del famoso "Baile de la Polla" (refiriéndose al órgano sexual masculino, no a un ave gallinácea).
Para los niños, Aquelarre infantil
Para ir educando a los niños en todo esto, desde 1998 se celebra el sábado por la tarde el "Aquelarret", una versión infantil pero igual de callejera y multitudinaria, que este año contó con 10.000 personas "mayoritariamente familias", según el Ayuntamiento.
Tarot en el convento
Como es tradicional en las fiestas mediterráneas en Cataluña y Levante, abundan los petardos, los jóvenes disfrazados de "dimonis" con objetos que echan chispas y el fuego, estruendo y olor a pólvora. Por eso la organización ha reservado este año un antiguo convento dominico como "espacio de tolerancia" para la gente que quiera pagar por verlo todo sin apretones ni chamuscarse, a modo de palcos con vistas a la calle y con alojamiento, sin que falten sus echadoras de cartas y tarot.
El presidente de E-Cristians lamenta que se dedique a los niños "un conjunto de actividades para introducirles en esto tan inteligente y bueno para el progreso de la humanidad que es la brujería y la magia".
Y añade, además, que "lo rematadamente malo es que esta fiesta se puede celebrar por todo lo alto porque recibe cien mil euros de subvención".
Hay que recordar que si bien los "dimonis" son personajes habituales del folclor tradicional, no lo es ni la presencia del Gran Chivo ni tiene nada de tradicional el "Aquelarre" de Cervera: es una fiesta moderna, nacida en 1978 y ligada al espíritu transgresor de la Transición política en España... pero engordada con los años, el comercio esotérico y las subvenciones.
Historia del Aquelarre de Cervera.
1978: Unos jóvenes deciden organizar su propia fiesta de barrio, usando una calle medieval y oscura llamada "El Callejón de las Brujas". Por eso llamaron a su fiesta Aquelarre. Cervera no tiene ningún episodio histórico ni ninguna tradición sobre brujas ni fue nunca antes considerada de ningún interés esotérico.
Como escribe en los archivos de la fiesta Josep Prats, desde el principio los organizadores querían "una fiesta por la fiesta, sin origen religioso" y "que fuese una fiesta alocada [folla, en catalán], que cada uno viniese a la fiesta de brujas a vivir su particular sábath festivo".
José Prats expresamente señala su ideología relativista: "se usarían personajes del mal y del infierno, que resultaban hacer acciones muy similares a los personajes del bien y celestiales, tanto que podían confundirse". Nada que ver, pues, con una fiesta tradicional que representante la eterna lucha del bien contra el mal.
1979: Por primera vez se incorpora la lectura del Tarot.
1984: Aparece la figura del Macho Cabrío, y se fija la estructura de la fiesta: diablos, brujas y monstruos le sirven, y él les da permiso para sus actividades.
1991: Aparece la escenificación del Macho Cabrío en orgía sexual
1998: Nace la feria comercial estable de esoterismo, la Fira del Gran Boc, que desde entonces se celebra cada año. También nace este año el Aquelarret para niños. El Aquelarre se amplía a 3 días.
Actualizado 1° de septiembre de 2012.
Fuente: Religión en Libertad.