domingo, 17 de junio de 2012

Los nuevos "derechos" humanos




La Izquierda, tras la caída del Muro de Berlín, ha buscado nuevos referentes ideológicos y ha creído encontrarlos en lo que llaman los nuevos derechos humanos.

por    Pedro Trevijano.    


En la narración del tributo al César de los sinópticos (Mt 22,15-22; Mc 12,13-17; Lc 20,20-26), está la famosa frase de Jesús: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, frase en la que queda claramente reflejada la autonomía de la realidad política, que no es lo mismo que su total separación del Bien o del Mal. 
Personalmente mi ideal político es la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU del 10 de Diciembre de 1948, escrita poco después de la Segunda Guerra Mundial bajo el horror de los crímenes que un gobernante, llegado legítimamente al poder, había cometido. Castigar los crímenes contra la Humanidad y redactar una Carta con los Derechos Humanos, basados en la dignidad humana y por tanto en la Ley Natural, era una cosa obvia e indiscutible. 
Pablo VI calificó en 1968 este documento de “precioso ideal hacia el que todos debemos tender”. 
Pero con el paso del tiempo las teorías relativistas y positivistas han vuelto a tomar auge. Si Dios no existe, nuestros derechos fundamentales encuentran como único fundamento el Estado, es decir el Gobierno de turno y no hay una Verdad objetiva que el hombre deba buscar. Zapatero lo expresó a su modo cuando dijo aquello de que la Ley Natural era una reliquia ideológica y un vestigio del pasado y que “la libertad os hará verdaderos”, exactamente lo opuesto a Jesucristo para quien “La Verdad os hará libres” (Jn 8,32). 
La Izquierda, tras la caída del Muro de Berlín, ha buscado nuevos referentes ideológicos y ha creído encontrarlos en lo que llaman los nuevos derechos humanos. Pero tienen un pequeño problema: sus nuevos derechos humanos son contradictorios con los verdaderos derechos humanos, con los artículos de la Declaración Universal. Veámoslos: Ya en el artículo 2 encontramos la no discriminación por razones de Religión. No hace muchos días Rubalcaba sostenía que la Iglesia Católica debe pagar el IBI, pero ese pago no debiera afectar ni a los sindicatos ni a los Partidos, que si no me equivoco sirven a una ideología. O todos o ninguno. 
El artículo 3 sostiene que todo individuo tiene derecho a la vida. Pero la Izquierda no respeta el derecho a la vida, desde la concepción a la muerte natural, sin lo cual los demás derechos carecen de sentido, como lo refleja la Ley de Salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo de Marzo del 2010. 
Al presunto derecho al aborto, se le llama derecho a la maternidad libremente decidida (art. 3-2). Claro está que para ello el feto, como nos dijo aquella inefable ministra, es un ser vivo, pero no un ser humano, aunque donde más rizan el rizo es en el Preámbulo I cuando nos dicen que abortar es la mejor manera de prevenir abortos. Tampoco olvidemos la también legal manipulación de embriones. Y aunque en nuestro país no se haya llegado a legalizar la eutanasia, no le faltó mucho y nos hubiera sucedido como en Holanda, donde bastantes ancianos no quieren ni oír hablar de ir a un hospital, porque no quieren ser asesinados. 
El artículo 16-3 de la Declaración dice: “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. No me parece que las leyes españolas como la del matrimonio homosexual y, sobre todo, la del divorcio exprés, sirvan para proteger a la familia, sino todo lo contrario. 
Más aún en la misma Ley del aborto, se promueve la ideología de género, que combate abiertamente al matrimonio, que sería una institución para esclavizar a la mujer, sin olvidar su defensa de la libertad sexual, es decir todo está permitido, incluso a los menores. Antes a eso lo llamábamos corrupción de menores. Y queda el tema de la educación. 
Leemos en el artículo 26-3: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”. Pues bien, estos señores, que de Economía no tienen ni idea, como han demostrado en sus años de gobierno, pretenden quitar las subvenciones a la escuela concertada, sin tener en cuenta que un puesto escolar allí le sale al Estado por poco más de la mitad que en la Escuela Pública. Además pretenden imponer su ideología, como la única que ha de enseñarse, negando a los padres su derecho a educar a sus hijos según sus convicciones, y sin respetar la libertad de expresión (art.10) y de religión (art. 18). 
Actuar contra la Declaración Universal de Derechos Humanos, es no sólo ponerse del lado del Mal, sino también negar la democracia. No basta con hablar de tolerancia, hay que practicarla.
Actualizado 15 junio 2012 
Fuente: Religionenlibertad.com