Fue una de las peticiones que había planteado a las autoridades Benedicto XVI en su reciente visita a la isla.
El Consejo de Ministros del Gobierno cubano ha aprobado que el viernes de Semana Santa sea festivo con carácter "excepcional", una de las peticiones que había planteado a las autoridades el Papa Benedicto XVI en su reciente visita a la isla.
"El Consejo de Ministros de la República de Cuba acordó en el día de ayer recesar las actividades laborales el próximo viernes 6 de abril", informa este sábado el Gobierno en una nota publicada por el diario oficial del Partido Comunista de Cuba, ´Granma´.
"Durante el encuentro sostenido en el Palacio de la Revolución, el pasado día 27, con (...) Raúl Castro Ruz, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica le expresó su deseo de que recesen las actividades laborales no indispensables los viernes de Semana Santa, con motivo de las conmemoraciones religiosas que tienen lugar por la pasión y muerte de Jesús de Nazaret", explica la nota.
"Momentos antes de su partida, el presidente cubano le expresó la voluntad de que el próximo viernes 6 de abril, con carácter excepcional, en consideración a Su Santidad y al feliz resultado de esta trascendental visita a nuestro país, se accedía a ello y que se reservaba a los órganos superiores de la nación la determinación definitiva", añade.
La portavoz de las Damas de Blanco, Berta Soler, ha afirmado en declaraciones a Radio Martí que ella piensa "que es lo único o lo poco que el gobierno cubano va a dar". También en esta emisora, el sacerdote José Conrado Rodríguez ha valorado la medida, pero "hubiera sido mejor que (el Gobierno) respetara a las personas en las misas de Santiago y de La Habana cuando tomaron presas, prácticamente secuestraron (...) a alrededor de mil personas (...) ni siquiera les permitieron llamar a sus familiares para decirles que estaban detenidos en las estaciones de policía".
La propuesta de restituir el festivo del Viernes Santo estaba incluida en una lista trasladada por el Santo Padre al Gobierno en la que también se pedía un mayor acceso de la Iglesia a los medios, escuelas y universidades.
Además, instó a las autoridades a que la restricción de las libertades fundamentales no fuera un obstáculo para lograr un cambio en la isla y criticó el embargo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde hace cinco décadas.
Benedicto XVI le habría solicitado también a Castro un "pedido humanitario", lo que muchos han interpretado como una solicitud para que libere a presos políticos o al contratista estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años de cárcel por instalar conexiones a Internet consideradas ilegales en la isla.