viernes, 4 de noviembre de 2011

La homosexualidad relacionada con el trauma infantil

Por James Tilman
Un reciente estudio de la Universidad de Otago ha encontrado que las personas homosexuales o bisexuales son más proclives a haber sufrido una gran variedad de traumas en la infancia, incluyendo asalto sexual, violación, violencia, y ser testigo de violencia en el hogar.

“Las personas que o bien se identifican como homosexuales o bisexuales, o que bien han tenido un encuentro o relación con personas del mismo sexo, tienden a provenir de entornos más perturbados”, dijo Elisabeth Wells, Profesora Asociada de Investigación.

El estudio analizó resultados de un estudio de Salud Mental en Nueva Zelanda que encuestó a unas 13.000 personas entre los años 2003 y 2004. El 98 % de los participantes en el estudio se identificó como heterosexual, el 0,8 % se identificó como homosexual, el 0,6 % se identificó como bisexual y el 0,3% se identificó como “otra cosa”.

De las personas que informaron algunas situaciones de traumas infantiles, el 15% no eran heterosexual, de los que no padecieron esas experiencias sólo el 5 % no era heterosexual, lo que sugiere que tales experiencias triplicaron la oportunidad que más tarde se profesaran inclinaciones homosexuales o bisexuales.

Algunos líderes homosexuales se manifestaron en desacuerdo con las conclusiones del estudio. Tony Simpson, presidente del grupo nacional homosexual Rainbow Wellington, dijo que la investigación no debería interpretarse en el sentido que los homosexuales no nacen con esa condición. “No tengo ninguna duda que la derecha religiosa se lanzará de cabeza a la conclusión que esto lleva a mostrar de manera concluyente que los homosexuales se hacen, no que nacen con esa condición”, dijo.

Wells intentó disipar los temores sobre las conclusiones del estudio.

“Sospecho que puede haber algunas personas gays y lesbianas que se indignarán, pero no es mi intención enojarlos”, dijo ella. “Se podría decir que si alguien fue abusado sexualmente cuando era niño, opta por vivir como un homosexual y vive bien la vida, entonces eso no es algo malo. Pero si viven una vida homosexual y lo lamentan, ese es otro tema”.

Mientras que el abuso sexual o físico en la infancia fue asociado con la homosexualidad adulta, otras experiencias traumáticas, tales como la muerte repentina de un ser querido o enfermedades o accidentes graves de la infancia, fueron sólo ligeramente asociadas con la identidad o el comportamiento no heterosexual.

De las mujeres que se identificaron como homosexuales, más del 40% se había casado y había tenido hijos, mientras que el 13 % de los varones homosexuales había actuado así. Más del 80 % de quienes se identificaron como bisexuales eran mujeres.

La asociación entre el abuso infantil y la posterior identificación homosexual no es nueva.

Un estudio de 1992 encontró que el 37 % de los hombres homosexuales y bisexuales que asisten a clínicas de enfermedades de transmisión sexual se había animado o había sido forzado a tener contacto sexual antes de los 19 años con un compañero mayor o más poderoso. La media de edad del primer contacto fue a los 10 años de edad.
DUNEDIN, Nueva Zelanda, 26 de julio de 2010 (Notifam) –