martes, 1 de noviembre de 2011

Organización de bioética estudia posible vínculo entre vacuna con células fetales abortadas y el autismo

por John-Henry Westen
Durante años, los donantes pro-vida se han enfrentado a un dilema cada vez más común: el deseo de apoyar la investigación biomédica digna para encontrar una curación para enfermedades como el cáncer y las enfermedades del corazón, sin violar sus convicciones morales o pro-vida.

“Desafortunadamente, la mayoría de la gente se sorprendería si supieran hasta qué punto se utilizan en la investigación médica tejidos fetales frescos abortados y líneas de células fetales abortadas”, dice Debi Vinnedge, Directora Ejecutiva de Children of God for Life (Los Hijos de Dios para la Vida) en los Estados Unidos de América, un grupo de control de la industria. “De hecho, está tan extendida que en realidad hay pocas, si hay alguna, instituciones pro-vida a las que las personas pueden donar con la conciencia tranquila”.

Hasta ahora. La Sound Choice Pharmaceutical Institute/SCPI (Instituto Farmacéutico para una Opción Razonable), en la ciudad de Seattle en el Estado de Washington, en los Estados Unidos, dice que es el único instituto de investigación biomédica sin fines de lucro que se niega a utilizar cualquier método de investigación moralmente objetable en cualquier etapa del proceso.

Fundada por la mundialmente conocida científica de células madre adultas, la doctora Theresa Deisher, la misión de la organización está “dedicada a suministrar investigación científica, educación y recursos para fomentar medicamentos y terapéutica en forma segura, moral y a favor de la vida”. La organización también está investigando las consecuencias para la salud en los medicamentos del ADN humano abortado y de los contaminantes celulares.

Eso incluye el tema “candente” de las vacunas infantiles. Según se lee en su sitio cibernético, el 90% de niños vacunados en los últimos 10 años tuvieron más probabilidades de ser inyectados con componentes de ADN fetal abortado. Según la doctora Deisher, hay evidencia que sugiere que los contaminantes del ADN fetal podrían tener graves consecuencias de salud y pueden estar contribuyendo al aumento de la leucemia infantil, el autismo y otros trastornos autoinmunes.

“SCPI ha hecho la investigación para mostrarlo”, afirmó la doctora Deisher. “Hemos medido el nivel de ADN fetal en las vacunas y ahora estamos investigando las consecuencias. Incluso la FDA ha reconocido los peligros de tener contaminantes de ADN fetal presentes en nuestras vacunas. Cuán peligroso sea esto aún está por verse, pero es inconcebible no detener la investigación y saberlo”.

“El equipamiento y el material de investigación necesario es muy costoso”, dice Vinnedge. “Pero el costo no es comparable como el que tendría la sociedad y las familias afectadas por el autismo si ellos no pueden continuar sus investigaciones debido a la falta de fondos”.

Judie Brown, presidenta de la American Life League/ALL (Liga Americana por la Vida) en los Estados Unidos, un grupo que expone la investigación moralmente objetable realizada por algunas de las mayores organizaciones benéficas de investigación médica de la nación, está de acuerdo. “Frecuentemente donantes pro-vida nos consultan sobre tal o cual organización de investigación médica, incluyendo algunas de las más grandes y más populares de caridad en el país. Los donantes se desilusionan cuando se enteran que líneas de células fetales o embrionarias abortadas son utilizadas por su organización benéfica favorita para llevar a cabo investigaciones médicas. Pero ya no ocurre eso, gracias a la SCPI”.

Brown lo resume de esta manera: “Si ustedes apoyan a la Sound Choice Pharmaceutical Institute, estarán respaldando a un organismo de caridad merecedor de sus donaciones. Ellos están haciendo un trabajo fantástico”.

Recientemente, SCPI presentó una nueva línea de mercancías promocionando su insignia “Producto Pro-vida”, una estrategia de certificación que se comercializa a empresas cuyos productos no están desarrollados, descubiertos o contaminados con material fetal o embrionario abortado. Los consumidores tendrán paz espiritual cuando vean el sello de aprobación en los cosméticos y los medicamentos que están comprando.

Todas las ganancias de las ventas de la mercancía se destinarán a la financiación de sus programas de investigación moral. Para más información visite su sitio cibernético en inglés, donde también se puede donar en línea y ordenar mercadería “Producto Provida” o el nuevo DVD de la doctora Deisher sobre las vacunas elaboradas con fetos abortados.
SEATTLE, Washington, 31 de octubre 2011 (Notifam) –

Versión original en inglés en http://www.lifesitenews.com/news/pro-life-produced-a-label-to-assure-pro-life-investors-of-moral-investments

Traducción por José Arturo Quarracino