por Kevin Burke
4 de mayo 2011 (Notifam) – Mucho antes de que él se ganara los elogios por ser un juez de Ídolo Americano (American Idol), Steven Tyler era una estrella de rock bona fide, con todo lo que eso implicaba.
En 1975, cuando ya él estaba entrado en sus 20 años de edad, y era el cantante principal de la banda musical Aerosmith, Tyler logró convencer a los padres de su novia de 14 años de edad, Julia Holcomb, de que él se convirtiese en su tutor legal, para que ellos pudiesen vivir juntos en la ciudad de Boston, en el Estado de Massachusetts, en los Estados Unidos de América.
Cuando la señorita Holcomb y Tyler concibieron un niño, su amigo de muchos años, Ray Tabano, persuadió a Tyler que el aborto era la única solución. En la “autobiografía” de Aerosmith, titulada El camino es por acá (Walk this Way) (en el que el autor Stephen Davis recoge las memorias de todos los miembros de la banda musical, de sus amigos, y de sus amantes), Tabano comenta: “Así que ellos tuvieron el aborto, y ello devastó a Steven porque era un niño varón. Él….lo vio todo y lo dejó hecho un desastre total”.
Tyler también reflexiona sobre su experiencia en torno al aborto en su autobiografía. “Fue una crisis enorme. Es algo grande cuando uno está con una mujer, con quien algo crece. Pero nos convencieron que las cosas no resultarían bien y que arruinaría nuestras vidas….Uno va al médico y le ponen una aguja dentro del estómago de ella, y entonces empujan algo fuera y uno lo está observando. Y entonces aquello sale muerto. Yo estaba muy destruido. En mi mente, yo me estoy diciendo, ¿Jesús, qué es lo que he hecho?”
En el manual del diagnóstico y de las estadísticas sobre los desórdenes mentales (The Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), se define un evento traumático de la siguiente manera: “1. La persona experimenta, atestigua, o confronta un evento o una serie de eventos, que envuelven un daño grave, en tiempo real o amenazado, en torno a la integridad física de uno mismo o de otros. 2. La respuesta de la persona se caracteriza por un temor intenso, indefensión, u horror”.
Aquellos que apoyan los derechos al aborto nos aseguran que las complicaciones post-aborto son un mito. Sin embargo, Steven Tyler confronta esta negación y habla con claridad: ¿Jesús, qué es lo que he hecho?
Este es el grito del padre, pasado un aborto, cuya experiencia muy íntima manifiesta la realidad del aborto y se conforma a la definición científica sobre el trauma – tal como la define la propia Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association), la cual, a su vez, nos asegura que el aborto es un procedimiento seguro sin efectos negativos, tanto para la salud mental del hombre como de la mujer.
PERMANECER INSENSIBLE Y SALIR CORRIENDO
¿Qué sucede cuando alguien que está expuesto a un evento traumático y fracasa en procesar las imágenes y las memorias de esa experiencia, y en sanar de las heridas psíquicas? Es probable que la persona permanezca insensible, salga corriendo, y exhiba en su conducta los asuntos sin resolver del trauma.
No hay ocupación más fácil para la reacción de esta manera, en cuanto al trauma post-aborto, que aquella de la estrella de rock de las décadas de los 1970 y los 1980.
Pasado el aborto, Tyler comenzó un romance tórrido con la modelo de Playboy, Bebe Buell, a la vez que seguía relacionado con Julia, la madre de su hijo abortado. Si usted se está preguntando qué fue lo que pasó con Julia (a la que se hace referencia como Diana Hall en el libro), luego de su alegado procedimiento psicológicamente seguro, Bebe nos cuenta lo siguiente: “Hubieron tantas llamadas suicidas de parte de la pobre Diana, mientras ellos estaban separándose. Realmente, fue una época marcadamente triste”.
¿Y cómo se encontraba Steven?
Él se marchó para ofrecer una gira de conciertos por Europa, acompañado de Bebe, quien nos relata lo siguiente: “Él se volvió loco….completamente borracho, realmente fuera de sí….Steven destruyó su camerino en (la región de) Hammersmith (en el Reino Unido)…cuando regresamos de Europa….Una noche yo lo encontré tirado en el piso de su baño teniendo una apoplejía por las drogas. Él se estaba retorciendo debido al dolor”.
A esto le siguieron los días con la droga Tuinal – un período en que él se mantenía en estado de drogadicción, mediante el uso del barbitúrico. Él cuenta lo siguiente: “Yo consumía cuatro o cinco al día….y estaría bien por un par de meses….lo cual explica la razón de que ese período está desvanecido”.
Esta es la receta disfuncional para el manejo de la ansiedad post-traumática: consumir fuertes dosis de drogas para permanecer insensible frente a los recuerdos y los sentimientos – y echar dentro una porción de ira tóxica lanzada contra los compañeros de la banda musical y en los cuartos de hoteles. La ira, especialmente en los hombres, a menudo es una señal no diagnosticada de depresión y sufrimiento reprimido que necesita de una expresión saludable y de sanación. Muchos padres, que sufren debido a un aborto, nos dicen que el manejo de la ira fue un problema grande para ellos, luego de un aborto.
Más tarde, Bebe Buells quedó embarazada de la niña de Tyler. Ella se dio cuenta que se haría imposible criar una niña con él, dado su abuso descontrolado de las drogas y su estilo de vida rock. Ella regresó con su ex amante, el compositor, productor, y artista de grabación, Todd Rundgren, quien acordó actuar como el padre de la niña y mantener en secreto la paternidad de Tyler. Su hija, quien llegó a convertirse en la actriz Liv Tyler, nació el 1 de julio de 1977.
EL TRAUMA Y LA SANACIÓN
Pasado un aborto, para muchos hombres y mujeres, la ansiedad asociada con el aborto puede saltar a la superficie en momentos inesperados, activados por eventos como un embarazo subsiguiente, la muerte de una mascota o de un ser querido, o por alguna otra persona, lugar, o cosa que de alguna manera los conecta con el recuerdo traumático.
Años más tarde, cuando Tyler se casó, y él y su esposa estaban esperando su primer hijo, él todavía estaba atormentado por el aborto: “Ello me afectó más tarde….Yo tenía miedo. Yo pensaba que tendríamos una vaca con seis cabezas, debido a lo que yo le había hecho a otras mujeres. Para mí, la culpabilidad en la vida real fue muy traumática. Todavía duele”.
En el Ministerio del Viñedo de Raquel, a menudo vemos hombres y mujeres, muchos años luego de un aborto, cuando están preparados para mirar dentro de la esquina secreta y ensombrecida de sus almas. La mayoría de las personas no pueden comprender bien estos pedazos fragmentados y desarticulados de sus vidas, luego de un aborto, hasta que asistan a un programa de sanación. Trágicamente, los manipuladores a favor del aborto en nuestra cultura, trabajan a tiempo completo para asegurar que estas conexiones nunca se logran hacer.
A pesar de la oposición, los padres, los abuelos, y los hermanos, que sufren pasado un aborto, están encontrando el camino hacia los programas de sanación alrededor del mundo. Mientras caminan juntos durante el proceso de sanación, ellos aprenden de ellos mismos y se apoyan unos a otros. Ellos descubren que los pedazos fragmentados de sus vidas comienzan a conformarse y a tener sentido. Esto podría ser una de las razones que hace tan difícil que se pueda responder a la propaganda del movimiento a favor del aborto. A menudo, y sólo luego de una jornada de sanación, los hombres y las mujeres que sufren por un aborto, pueden ver la íntima conexión entres sus abortos y sus problemas emocionales, sus adicciones, y sus otros síntomas post-aborto.
SOY TODAVÍA UN FANÁTICO
Yo crecí acompañado de la música de Aerosmith como adolescente durante la década de los 1970, y continúo guardando respeto por la habilidad musical y el talento artístico de Steven Tyler. Sus acciones en torno al aborto de su hijo fueron muy malas, y él sufrió las consecuencias, a la vez que su vida descendía dentro de una situación precaria de adicción y auto-destrucción. Afortunadamente, Tyler recibió un buen tratamiento para su adicción a las drogas en 1986.
El punto central de la sanación post-aborto es la limpieza de un corazón herido. La figura parental que sufre por un aborto tiene que quedar libre de la vergüenza, la culpabilidad, y el sufrimiento, antes de que él o ella puedan abrazar a su hijo no nacido con amor. Debemos orar y guardar la esperanza de que este cantante de rock y juez de Ídolo Americano, pueda hacer las paces con su pérdida por el aborto, y hallar perdón y reconciliación con Dios y su hijo abortado – y de que él pueda entonces hacer uso de su buen talento y su influencia para hacerle un llamado a los demás padres que sufren por un aborto, a buscar la sanación.
— Kevin Burke, LSW, es uno de los fundadores del Ministerio Viñedo de Raquel (Rachel’s Vineyard Ministries) y Pastoral Asociado de Sacerdotes por la Vida (Priests for Life). Este artículo fue publicado inicialmente en la revista cibernética Análisis Nacional (National Review) en los Estados Unidos de América.