El bebé nacido a las 21 semanas y cinco días de gestación en una clínica de la ciudad alemana de Fulda (oeste), convirtiéndole en el más prematuro del mundo, ya ha recibido el alta médica y se puede ir a su casa, anunció este sábado el diario alemán Bild.
La pequeña Frieda nació el 7 noviembre pasado con 28 centímetros y 460 gramos de peso. Cinco meses y medio después, con 3,5 kg y 50 centímetros, va a poder va a poder abandonar la clínica, donde ha permanecido todo este tiempo en un ambiente totalmente aséptico, con asistencia respiratoria y siendo alimentada por el ombligo.
Un médico del servicio contactado por la AFP el sábado aseguró que "no hay ningún riesgo (de secuelas) por el momento, y que (la pequeña) va a desarrollarse como cualquier otro bebé".
En el diario, el profesor Reinald Repp, director de la clínica pediátrica, aseguró que un bebé con menos de 22 semanas de gestación "no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir " debido al deficiente desarrollo de sus pulmones, del corazón y del cerebro.
Frieda tenía un hermano gemelo que murió unos días después de su nacimiento.
Un bebé es considerado prematuro cuando nace antes de los ocho meses de embarazo.
En el caso de los bebés muy prematuros (menos de 32 semanas) hay riesgos de importantes secuelas psicomotrices y de retraso del habla.