(09/12/2010 00:41 AM). Resulta inconmensurable el amor y el cariño reflejado bajo los estandartes de la adoración feligresa que ayer cautivó de paz y carisma misionero a miles de personas (se estima la concurrencia de 25 mil almas) que se dieron cita para las celebraciones en torno de la solemne festividad católica por la Inmaculada Concepción de María.
Congregados en las zonas adyacentes al santuario de Nuestra Señora del Valle, ubicado en La Reducción (Lules), los fieles renovaron sus votos y manifestaron la plena devoción a la Madre celestial.Desde tempranas horas de la madrugada y durante toda la jornada, a un ritmo constante, se distinguían desde la lejanía las hileras humanas que llegaban a pie al lugar desde diversas localidades de la provincia, transitando todo el tramo correspondiente a la ruta 301, por lo que habían iniciado la peregrinación mucho tiempo antes. El cansancio no significó un obstáculo que impidiera el encuentro fraterno de María con sus adoradores, aquellos que llevan el sello de su Hijo devenido del santo Bautismo. A su vez, se apreció una caravana interminable de vehículos que recorría a paso de hombre el camino hacia el Templo.
Un debate polémico
Una gran cantidad de jóvenes tapizaron de esperanza el majestuoso Santuario que irradiaba las palabras de quien presidiera el oficio religioso al momento de concretarse la Eucaristía, Monseñor Luis Villalba.
En algunos fragmentos de su homilía no escapó en abordar una temática que se reinstaló en la última parte del año en el debate nacional, como es el tópico del aborto. Accionar que mereció el repudio por parte del prelado al tiempo que llamó a la reflexión para "recuperar la cordura". En este sentido, destacó el necesario apoyo que debe ser brindado a las mujeres embarazadas para que transiten ese momento sin aportar a determinaciones que promuevan la limitación de la vida en la instancia misma de su gestación. "Debemos tomar conciencia de que allí hay una vida a la que no se puede eliminar", recalcó.
Asimismo, Villalba no avaló la instrumentación de normativas que tiendan a homologar la práctica abortista en el país, ya que por primera vez en el Congreso de la nación se abordó la temática en torno de esta polémica iniciativa. De esta forma, bregó por no posibilitar el avance de "subterfugios jurídicos" orientados a la legalización del aborto.
La emoción fue el sentimiento que se plasmó en cada tramo de la misa y se extendió al momento en que los devotos podían, aunque por escasos momentos, tomar un contacto con la imagen de la Virgen. Allí, el silencio de la redención junto a las oraciones elevadas a nuestra Madre agradecían los favores recibidos en materia de salud y bienestar familiar por sobre todas las cosas, a lo que se sumó el permanente pedido por la mejora en lo que respecta a la situación laboral que atañe al país.
Debido a la gran masa de personas que asistió, los voluntarios o "Servidores de María" (definición que ellos prefieren) tuvieron una jornada muy agitada pero imbuidos con la fortaleza y tesón de la gracia divina pudieron concretar una organización sin mayores sobresaltos que se vio reflejada a lo largo de la solemne conmemoración. Sólo durante el día, llegaron a preparar más de 1.800 litros de mate cocido para repartir entre los fieles, además de poder degustar varios kilos de tortillas que fueron donados por panaderías ubicadas en San Isidro de Lules, una combinación culinaria que amainó la jornada debido a la persistente llovizna que se abatió sobre la provincia, pero que no hizo mella en la inmutable devoción demostrada por los tucumanos.
Reencuentro con María
Así, ya en horas de la tarde, como preludio de la tradicional procesión, se llevó a cabo la misa presidida por el párroco del Santuario, Dante Miguel Gómez, que en pasajes de su alocución vertió una serie de objeciones referidas a la relación que se ha establecido entre la comunidad y los preceptos marianos. De esa forma resaltó que los "cristianos perdieron dimensión de lo que significa la Virgen, es una lástima que, como hijos, nos volviéramos tan desagradecidos. Lo digo con dolor porque hemos abandonado a la Madre".
En esa línea, trazó la diferenciación que se sustancia entre los diversos enunciados religiosos, ponderando la esencia del catolicismo: "Hoy vemos que nuestros hermanos han emigrado a los evangelistas o mormones porque nunca descubrieron a nuestra Madre. Por ello no la reconocen, la desprecian y van a parar a otras Iglesias y religiones".
Finalmente, el Padre Gómez destacó las cualidades místicas que implica demostrar la admiración hacia la figura de María: "Ella simboliza la perfección, belleza y plenitud de la vida. Es el anticipo del ideal humano que Díos soñó para la humanidad. El cristiano que defienda a María vive en la oscuridad por más que sea creyente. María es la luz".
Así, entre loas y aplausos conjugados con una emotividad palpable en el ambiente, los pañuelos junto con las estampitas se agitaban al viento al momento de iniciarse la procesión. Tras el paso cansino de la multitud, se alzaban las suplicas de los humildes feligreses para encontrar y acrecentar en sus almas la fe, esperanza y caridad para vivir fieles a la Ley de Dios y alcanzar la salvación. La solemnidad de la celebración había llegado a su fin, familias enteras bendecidas por el manto del amor eterno mariano retornaban en paz hacia sus hogares.
Las notas desagradables de la jornada la propiciaron unos hechos lamentables, como ser la detención de cuatro jóvenes en estado de ebriedad, el robo de la corona perteneciente a la imagen de la Virgen que luego fue encontrada en las afueras del Templo, al parecer el arrepentimiento hizo mella en la actitud de ciertos individuos.
Además, un feligrés falleció luego de protagonizar un accidente con su moto en ruta 301 (ver policiales). Del operativo formaron parte la Policía Vial, de Transporte, Patrulla Urbana, Dirección General de Bomberos
La imponente manifestación de fe se realiza cada 8 de diciembre como acción de agradecimiento y se lleva a cabo en el Santuario de la Reducción puesto que en la Gruta, ubicada en ese sector, fue donde hizo su aparición la imagen de María el 26 de noviembre de 1923.
Esta celebración se constituye bajo la consideración de la Santísima Virgen María como aquel ser sujeto de inmunidad del pecado original desde el momento de la creación de su alma e infusión en su cuerpo. Así, en cada plegaria se magnifica la imagen de María quien fuera preservada de toda mancha de pecado original en el primer momento de su animación, por lo que la gracia santificante le fue dada antes que tal pecado pudiese hacer efecto en su alma.
El siglo (Tucumán)